No hablo de Filosofía de la vida…
Hablo de la realidad de cada uno, en este caso, este uno soy yo.
Para sobrevivir, hace mucho tome una serie de decisiones que he ido manteniendo y respetando.
No hay condicionante mayor para mí…. Que la libertad propia y ajena
(Ojo recalco que es para mí)
Con ella nos hacemos responsables de nuestros actos.
Ya sé, que tenemos derecho a cometer errores.
Pero aun asumiendo eso, cada decisión sea cual sea tiene que ser libre.
Hablo de mis sueños y de mis sentimientos, no me atrevo yo hablar de otros que no sean los míos.
Y asumí en su momento una locura, que un siéndolo deseaba vivir, lo necesitaba como el respirar.
No entra en la sección de errores, para nada, al contrario me ha dado mucho para sorpresa del propio sueño.
Los sueños no son como en las películas, no tienen luego, una continuación en la vida real.
Los deseos por mas fuertes que sean, no hacen milagros, los sentimientos no lo pueden todo.
Y no es que este en plan negativo, digo que mi experiencia me ha enseñado que hay cosas contra las que no se puede luchar.
Cuando los sentimientos son ciertos, reales y tangibles, no se puede aceptar forzar, por salirse uno con la suya
(Eso también lo he aprendido recientemente)
Precisamente por el mismo sentimiento, lo más importante de todo es no querer cambiar nada de quien te hace soñar.
Si te hizo soñar siendo así ¿no sería una contradicción cambiarlo?
Sería negar el mismo sentimiento para tener la continuación de uno mismo
No deseo, alguien a mi imagen y semejanza, no, despertó mis sueños siendo tal cual es.
Y ahí entra la libertad.
La vida es un cruce de caminos tras otro… eso lo sé bien.
Y cada cual decide girar en cualquier dirección e inclusive quedarse en la Posada del mismo cruce.
Instintivamente nuestro propio sentimiento, nuestra ansiedad, grita y pide en silencio
Y eso no es justo para nadie.
No digo, ni pienso que eso no sea normal, digo que yo no puedo hacerlo.
Valdrá o no para otros, pero no es el caso.
Yo viajo con mi mochila, llena de sueños, los fui acumulando en mil viajes.
Cada historia vivida por mí, iba forjando una necesidad de ser y sentir, algo que tenía su propia forma.
Fui negándome muchas cosas en cada cruce anterior, podría haberme acomodado y finalizar el camino.
También tuve grandes errores, equivocaciones, que al menos durante un tiempo tuvieron consecuencias.
Pero siempre continúe buscando aquello que reunía el todo y no me conforme con otras cosas.
¿Inconformista?
Eso cada cual le podrá poner si propio adjetivo, yo siempre pensé que merecía la pena.
Y sigo pensándolo.
Y hoy, ahora, cuando se y siento que encontré, no puedo pedir ni esperar recibir.
No pretendo que nadie lo entienda, no es soberbia lo juro.
Pero no puedo pretender que se me comprenda, cuando mi propio instinto, me llevaría a no seguir camino alguno, e insistir y aspirar.
Pero he comprendido que no es justo para los demás.
Y mi libertad, jamás estará por encima de la libertad de otros.