martes, noviembre 30, 2010

Puente largo.

No se si se levantaran otra vez ampollas… Pero el lobo sigue soñando,
Después del día que está haciendo.
Surge de mis propias necesidades…
Las de perderme cerca de un bosque, en una cabaña de esas que hay muchas por toda España de turismo rural.
Entre que estamos en pleno otoño, donde los bosques toman otras formas y colores, casi siempre espectaculares.
El refugiarse en una cabaña perdida y lo más lejos de una ciudad como la mía, (y eso que no reniego de ella, tiene su propio encanto)
Apetece perderse en una, con chimenea y disfrutar de paseos aunque sea lloviendo para llegar y poder secarme al calor de un fuego.
A veces esas chimeneas y los leños crepitando, son mejores que cualquier programa de TV.
Pues si, en estas fechas de puentes laborales largos y fiesta Navideñas me perdería a soñar de nuevo.
Leer el libro que me apetezca, tomar el café tan solo con la luz reflejada en el techo, la lumbre, con su olor característico un cigarro… o mejor un buen tabaco de pipa, no de esos que tienen olor dulce algo afeminado, algo mas seco y fuerte
Esa sería mi propuesta para este puente, salir el sábado por la mañana temprano y elegir en la multitud de sitios donde los bosques huelen de forma especial y sus colores compiten entre si para ser mas llamativos al atardecer.
Botas para poder caminar por esos terrenos, ropa apropiada, para el frío y lluvia.
Esa ropa tiene un encanto a la hora de quitarse; dejo a la imaginación del lector encontrar o no el encanto.
Provisiones las justas para esos días porque siempre hay pueblos donde ir a comprar y en si mismo eso también es una pequeña aventura y tiene un encanto especial.
Panaderías con pan recién hecho y toda clase de bollos y dulces propios de la zona.
Vamos que entra hambre solo de escribirlo.
¿Te arriesgarías por un puente así?
La pregunta esta hecha…
Otra deuda pendiente seria llevar a la loba a un viaje de este estilo, por su edad y por mis propias circunstancias probablemente el último.
La loba disfruta cuando sale, se convierte en cachorro cada vez que siente frio en su hocico.
Cuando decidimos que se viniera a vivir con nosotros ya tenía carácter.
La vimos por primera vez teniendo dos meses como mucho, en plena sierra.
Por la tarde salimos a dar una vuelta por la montaña ella como no, se apunto al evento, su madre una pastora alemana y una rottweiler compañera y fiel de la madre, las dos inquietas y la jodia loba lo era más aun.
Después de dos horas andando y subiendo cuestas.
Daba pena mirarla yo intentaba cogerla en brazos para que no se cansara mas.
Pero de brazos nada. Ya con la última cuesta, siendo una bola de pelo, parecía más bien una fregona.
Y nos detuvimos en unas rocas.
Ella se tumbo debajo de mis piernas y se despertó al día siguiente.
El camino de vuelta lo hizo ya en brazos del lobo.
Enfermó de cachorra y yo dormí en el sofá más de un mes todas las noches, para estar con ella y vigilar sus noches que eran complicadas.
Genio nerviosa son dos características propias de la loba, pero ha sido y eso una fiel compañera.
Con ella me gustaría hacer este viaje también.
Tumbada delante de la chimenea sería feliz, aunque sus nervios y su pelo no sé yo si la chimenea o la puerta.
Hacer fotos en el bosque, jugar a hacer retratos en la cabaña, jugando con las luces, con las poses.
Y luego tratarlas en el ordenador al anochecer.
Todo eso y contarte mis historias como tú les llamas, oír las tuyas que las tienes y también tengo ganas de oírlas con los ojos cerrados, sintiéndote al lado.
Ese sería mi deseo inmediato…
¿Conseguirlo?
Un sueño

Mí sueño

domingo, noviembre 28, 2010

De compras en el Super.

Cualquier cosa, cuando uno sueña hacerla con alguien especial, se convierte en sí mismo un juego divertido, y un motivo para reír.
Voy a intentar demostrar cómo sería ir de compras a un supermercado, planteando las cosas así.

¿Estás preparado?
Se nos va hacer tarde… vale cierro el correo y nos vamos.
¿Llevas la lista de lo que hace falta?
Si claro, ya la llevo en el bolso…
(¿Qué sería de vosotras las mujeres sin bolso?)
Como siempre que salgo de la cueva, revisión de última hora, móviles, llaves, mechero y tabaco…
¡¡Coño la cartera!!
¿Cielo has visto mi cartera por algún sitio?
Tengo yo una batalla siempre perdida con la cartera, que pierdo siempre, como lo llevo todo junto pesa como la madre que la pario, y en el bolsillo del vaquero pesa como un muerto y la dejo según entro en la cueva en el primer sitio que pillo.
La tienes junto a los altavoces del Ipod…
¿Vale ya la tengo nos vamos?
Como soy yo muy educado… (Hice mis estudios en los billares, enfrente mismo del instituto público) te cedo el paso para salir, no tiene nada que ver que me encante verte caminar delante mío con tus vaqueros ajustados.
Si es que solo mirarte, dan ganas de volver abrir la puerta y tener una conversación privada, personal pero sin ropa.
¿A dónde vamos?
¿Mercadona, dia, caprabo, plaza o al Carrefour?
Joder si es que parece la lista de los reyes Godos…
Venga conduces tu, y así no hay problema, luego llevo yo el carrito así repartimos tareas.
Entra en el aparcamiento, y así luego dejamos las cosas en el maletero y nos vamos a tomar una cerveza o dos.
Otra vez te cedo el paso, y otra vez el mismo disfrute de verte caminar delante de mío, no si al final me va a gustar esto de ir de compras.
La próxima vez eliges tu el carrito que todos los que cojo tienen una rueda díscola, vamos que va para donde le da la gana.
Déjame ver la lista y nos repartimos el trabajo, yo en los súper, suelo orientarme bien, bueno… Siempre no, si hay una reponedora (creo que las llaman así) de buen ver, me despisto un tanto.
Pero vamos dura poco, como todo en la vida uno coge una rutina hasta para ir a comprar, yo siempre empiezo por los artículos de la sección de perfumería, rápidamente un ejercicio de memoria para ver como están las existencias de cuchillas de afeitar, gel de ducha etc...
Y por lo que recuerdo esta todo en orden, ósea que a otra cosa, el papel de cocina y el higiénico eso se compra siempre.
(Los de Scott se deben forrar, todo carrito que se precie, lleva un paquete de doce como mínimo)
La madre que le pario al carro, se va pa la derecha todo el rato. Y allí estas tu, comprando los donuts del día y los yogures.
Viéndote coger los donuts no puedo evitarlo y la sonrisa viene a visitarme inmediatamente.
Pero solo tú sabes la razón y yo no la voy a contar en público.
Mientras te acercas a por la carne yo me desvió un tanto, hay que comprar ginebra, cervezas y un poquito de Jack Daniel para esos momentos de relajo del sofá.
Pero eso se hace rápido, y regreso a buscarte no sea que te me pierdas comprando chuletas.
Como disfruto viéndote XD…
¿La ultima para un beso?
No he podido evitarlo, me gusta alborotar un rato, y la cara que ponen las Sras. Cuando lo digo merece la pena.
¿Perdón para la carne?
Esa mirada diciéndome ya te vale… hace que ir al súper contigo merezca la pena.
El precio es, que durante dos o tres minutos todos los que están haciendo turno te miran de refilón a ver si estás loco o les estas vacilando.
Y no, yo soy muy serio, cuando lo pretendo, pongo cara de estatua de plaza de pueblo.
Serio e impertérrito, vamos como los alcaldes de dos siglos atrás, o el notario de capital de provincia.
Solo que no visto igual, hoy que voy de graffitero menos aun, y lo del tatuaje en el cuello pues, no se lo veo yo al notario.
Pero por lo demás clavadito…cuando ya se han olvidado de mí, aprovecho para colocarme detrás de ti y cogerte por la cintura, tengo yo esa costumbre que no sé de donde me viene, pero me viene.
Me gusta provocarte, para que vamos a engañarnos, es un juego personal e intransferible que solo quiero jugar contigo.
Venga pórtate bien, me dices bajito, compórtate…
¿Y no lo hago?
Vale, iré a por chocolate o algo así, porque tenerte cerca y estarme quieto son dos cosas antagónicas.
Pero que te conste que me debes un beso largo cálido y húmedo por ser bueno.
Coño con la Sra. Parece que no hay nadie más en todo el súper, no se pierde nada de lo que hablamos.
Vale, vale me voy o… sigo escandalizando a los parroquianos.
Iré a comprar ambientador para el coche y alguna bayeta de esas ecológicas para las pantallas de los ordenadores, que siempre nunca está de más.
Te espero en las cajas…
¿O queda algo más?
Compra más cervezas que luego vienen tus amigos y nos quedamos sin ellas…
Ok pero ya compre Jack y ginebra pero estoy pensando que con estos una sola de Jack no da mucho de sí.
¿Algo más?
Compra coca cola y limón que no queda…
Hecho, venga te espero en la caja.
Por cierto, se me olvidaba, tenemos que ir a comprar tus tangas… y hecho a andar sin esperar respuesta.
La cara de la Sra. es todo un poema, eso la pasa por cotilla.
Cuando llego a las cajas ya estas allí, ósea que has comprado lo justo, para que no te miraran mas las alegres comadres de Windsor, de la fila de la carnicería.
Cuando llego tienes esa cara de la madre que te pario Lobo, pero te sonríen los ojos ósea que no pasa nada que no arregle un beso que tendrás justo cuando lleguemos al coche.
Pasa tu primera, que lo de organizar las bolsas, no es lo mío precisamente.
Y para eso eres tu más organizada, yo soy más de carpetas en Windows y bajar música.
Vamos que tengo yo los discos donde guardo la música, más limpios y organizados que la Biblioteca Nacional.
Una vez pasado por el trámite de pagar con tarjeta no sin antes haber enseñado el DNI con la foto de más buscado.
Terminamos la compra en el Súper.
El beso antes de guardar las cosas en el maletero, de eso no te escapas y te invito a tomar unas cervezas.

Así mas o menos seria ir de compras al súper con el Lobo, después de leer esto no creo que hay mucha gente dispuesta a venir conmigo.

Nada quiero ser...

He dado una vuelta por el blog, y el sueño ha batido records de lectura… francamente no le veo la razón y mucho menos la lógica.
No deja de ser la desesperación, por conseguir algo que buscó desesperadamente durante décadas un viejo lobo.
Después de escribir un sueño mas (hay muchos de esos escritos en carpetas olvidadas) me siento cansado del esfuerzo de soñar.
Si, al Lobo le cuesta soñar a veces, busca y pretende algún trozo de realidad, donde su instinto prevalezca y sienta no un sueño.
Su piel mezclada con la otra piel…
Ya he dicho en muchas ocasiones que odio los fines de semana así…
En la cueva, olvidándome de mi mismo para reencontrarme, delante de estas cuatro paredes y reflejado en las pantallas de los ordenadores.
La música mi compañera de toda la vida, hay veces que me molesta, da igual lo que oiga, es igual el mensaje que deje en mi cabeza y mi cuerpo.
Mis deseos de lobo, gruñen y se rebelan contra el control y la organización.
Y sin embargo aquí estoy escondido agazapado de las miradas de los demás, viendo películas a trozos… fumando y con café como única compañía.
Hay quien no cree tales cosas, a estas alturas ya no me importa lo que se crea o no de mi.
En los últimos años demasiadas explicaciones para terminar así.
En la cueva y mirando una hoja del Word casi en blanco.
Solo el movimiento desordenado de mis dedos sobre el teclado, va cubriéndola de hormigas negras que pretenden todas juntas tener una explicación y una lógica.
¿Dónde puede haber lógica, en algo así?
El tiempo se agota, es algo que se, y nadie intente entenderme, no hay comprensión que sirva o valga.
Como tampoco hay que buscar interpretaciones… el tiempo es el grano de arena que resbala y cae para ser arrastrado por la ola al llegar la marea baja.
No vale el lobo para estar inactivo, su cuerpo reclama lo habitual en él a lo largo de su historia.
No son los demás… es el mismo lobo el que reniega de su tiempo, de su historia y de su experiencia.
Cuando escribo sueños, abren puertas antaño cerradas con tanta fuerza que quedaron selladas y empotradas en sus dinteles para que nadie ni el mismo lobo pudiera abrir.
¿Qué puede ofrecer un ser así?
¿Libertad?
Esa no se da, cada cual consigue la suya propia, en todo caso respeto para cada cual, pero tampoco importa.
Porque en resumidas cuentas nada soy y nada quiero ser.

sábado, noviembre 27, 2010

El Barranco de la Hoz... un viaje que es una promesa III.



Hacer fotos juntos es algo que hemos pensado muchas veces, y hablado de ello también.
Después de hacerlo, en el mismo borde del barranco, siempre me gusto sentarme y notar debajo la caída a mis pies.
Es como recordar lo pequeño que es uno, y lo fácil que es perderlo todo.
Pero no estamos allí para pensar en cosas así.
Quieres hacer todas las fotos posibles, y mientras vas de un sitio a otro del mirador buscando la roca más extraña, o los colores de los arboles sobre la superficie brillante del río yo sigo a provechando los momentos para mirarte y verte sonreír.
Eso colma todos mis deseos…
Hay momentos así de reflexión viéndote, que me hacen comprender mil cosas, que antaño no comprendía.
El viaje con mochilas es una forma de presentarme ante ti, y enseñarte quien soy y sobre todo quien fui.
Y ver mis lugares, mis sitios también con tus ojos.
Después de hacer fotos a todo lo que se mueve, con los ojos brillantes te sientas y me quitas el cigarrillo de la boca.
Cualquiera que te viera ahora, podría pensar que has estado corriendo 10 kilómetros.
Miras y remiras las fotos que acabas de hacer por si se te ha olvidado alguna, y de repente me dices.
¿Tendré tarjeta de memoria suficiente?
Acabas de empezar hacer fotos… y ya estas pensando en las siguientes.
Si claro… además siempre las podemos descargar en el portátil, y vaciar la tarjeta, venga tu disfruta de las fotos que estás haciendo
Yo hice menos, pero las que hice no fue al paisaje, fueron todas con la misma protagonista.
Cuando las veas al descargar te sorprenderás.
Ahora tenemos que decidir, si llegamos al Puente San Pedro o paramos antes en Molina.
Pueblo importante en la zona con castillo amurallado que cuenta de la importancia que tuvo en su momento y con bastante encanto.
Podremos ir por la tarde o noche, las murallas se iluminan y permiten ver lo grande que fue en su momento.
Ósea que vámonos, que nos esperan los dos ríos…
Vamos a ir por el sitio más largo en kilómetros te comento, quiero que veas el alto tajo desde arriba y te hagas una idea de dónde vamos antes de llegar.
Subiremos a la Laguna de Taravilla, desde donde podrás ver el salto de agua donde cientos de veces fue el lobo a tumbarse y buscarse a sí mismo.
Una laguna puesta por el azar, y donde sus aguas dan la sensación de haber estado siglos sin moverse.
De camino hacia Taravilla, nos encontramos con pinares eternos y bosques que siguen de manera fiel, el cauce del rio
Es un juego de cambios de colores y tonalidades que a veces te deja sin respiración.
Por esta carretera, por la que vamos, he tenido todo tipo de anécdotas e incidentes, durante un tiempo, bastante difícil en la vida del Lobo el sitio al que vamos, era su único refugio.
No importaba el día, ni la hora que sin darme cuenta, mis pasos se dirigían allí.
Desde águilas con un conejo recién cazado en una curva, hasta familias enteras de Jabalíes, bastante peligrosas por cierto si llevan a las crías.
Pero cada cosa que te puedas encontrar es producto de la normalidad que conlleva lo natural.
Mientras hablo miras a tu alrededor como si buscaras al águila sorprendida en plena cacería, o la piara de jabatos detrás de sus padres.
Salimos de nuevo de la carretera, para entrar en un camino forestal usado en su primera parte por camiones que portan, los árboles talados hacia las fábricas de muebles de toda España.
Una parte que siempre está llena de baches y de profundas marcas de los camiones.
El olor a resina se hace patente cada metro que avanzamos.
Casi en la cumbre antes de llegar a la laguna paro el coche y te enseño el rincón del Lobo.
Es uno de los pocos sitios desde se puede ver en la distancia.
En una curva imposible del rio una cascada de unos 25 metros de alto, y aprovechando el salto de agua, los restos de una pequeña central eléctrica abandonada.
En medio del cauce, una roca aparece del mismo dentro del caudal, llevándole la contraria al río como diciendo por aquí no pasas porque soy fuerte.
En ese sitio justo he pasado horas tumbado.
El único precio es que hay que llegar nadando, y en ocasiones el agua es demasiado fría.
Nunca importo eso demasiado... he llegado a esa roca en pleno mes de Diciembre.
La loba era joven, y me ha acompañado en esos baños más de una vez.
A veces te sorprendo mirándome como diciendo lobo estás loco… como si mis cosas te sorprendieran por momentos.
Soy lo que se ve… y no comprendí nunca el esfuerzo de otros por ver lo que no existe.
¿Qué te sorprende?
Tus sitios me dices sonriendo, los lobos buscamos lugares así para no estar ante los ojos de los humanos, buscamos sitios donde la naturaleza reparte su energía, y nos apropiamos en una parte de ella.
Esa explicación es más real de lo que puede parecer nada literaria.
Quiero bajar hasta allí, me dices de repente, quiero verlo de cerca… e imaginarte esas veces que has venido a refugiarte en la roca.
Antes paramos en la laguna, y haces alguna foto, luego bajaremos y comprobaras y conocerás todo lo que quieras.
Aparco el coche y su saltas de él como si tuvieras prisa por ver y sentir el frio en tu piel y la humedad en el rostro.
Allí siempre hay una ligera brisa que en una parte de la pequeña Laguna es como si rociaran de agua sus orillas permanentemente.
Con gesto travieso me preguntas ¿aquí no te has bañado nunca?
Si alguna vez pero no me gusta hacerlo allí, viene mucha gente sobre todo en verano hacerlo y el ganado que esta suelto por el monte baja a beber.
Aparte de que en sus orillas en el fondo, hay demasiadas plantas y raíces y no es fácil salir.
Sigues preguntando... ¿traes bañador? Y yo esperaba esa pregunta.
Nunca lo traigo aquí no hace falta sobre todo cuando yo vengo.
¿Te quieres bañar tú?
¿Estás loco?
¿Yo porque?
Porque el agua tiene que estar helada y no creo que haga más de 8 grados ahora mismo.
¿Y eso te impide bañarte?
Me rio y te provoco al mismo tiempo.
Anda vamos a tu rincón, ya ya… ósea que no vas hacer fotos aquí no sea que te convenza para bañarnos.
Yo hice dos mientras mirabas el agua buscando las cosas que te había ido comentando.
Una creo que es buena, pero como pasa siempre con las fotos, nunca se sabe hasta que la descargas.
Haces varias fotos y yo enciendo otro cigarrillo, y cuando te das cuenta pones cara de enfado y me dices… ¿Otro?
Si claro… tú no me besas y yo tengo que entretenerme en algo.
Joio eres… pero te acercas y me besas.
Y yo por sentirme más lobo en esos lugares pierdo mis manos por entre tu ropa.
Y recuerdo el tacto de tu piel, y el sabor de tus labios me crean adicciones nunca sentidas.
No sé si es porque en ese sitio o algún otro de la zona he soñado tantas veces con algo así, que dentro de mi algo va tomando fuerza el pecho se tensa hasta casi impedirme respirar.
Que tú misma notas algo en mí, y agarrada a mi cintura separas la cara de la mía y me preguntas.
¿Qué te pasa?
Sonrió y te pido que me pellizques, que esto es un sueño demasiado real pero sueño al fin y al cabo
El lobo no ha podido encontrar por fin lo que tanto busco.
A veces desesperadamente y ahora de repente estoy en los sitios por donde he caminado solo o con la loba y mi mochila al hombro
Y te tengo y te noto entre mis brazos.
No puede ser… me había resignado a no encontrarte.
Tiro el cigarrillo al suelo y en uno de esos prontos del lobo te digo vamos al salto de agua.
Bajamos por la otra ladera de la montaña es un camino que hice tantas veces que hasta en mi propia cueva sería capaz de hacer de memoria.
Llegamos y tú me miras sorprendida, sonrió y te digo no pensarías que era fácil llegar que habría un camino asfaltado.
Venga queda poco, yo llevo la mochila con las cámaras y sobre todo mira donde pisas que esta resbaladizo.
Como unos doscientos metros más abajo un paso estrecho entre matorrales y arboles… aparece el salto de agua y en el centro cabezona como ella sola… La roca provocando al agua.
El ruido del agua al caer se asemeja a los AC-DC, llenan los oídos de un ritmo único.
Eso es también quizás lo que me lleva allí de forma inconsciente, no me deja oír ni mis propios pensamientos en los momentos difíciles.
Miras en todas las direcciones como buscando secretos en el fondo de la poza que siglo tras siglo fue construyendo el salto de agua.
La torre semi-derrumbada de la central eléctrica… la orilla del otro lado.
No me atrevo casi ni a respirar, mientras te veo ir de un lado a otro de la orilla, me siento en el árbol que tantas veces sujeto mi espalda y guardo mi ropa cuando decidía por fin entrar en el agua para llegar a la roca.
De repente noto como si estuviera agotado, el viaje más largo termina ahí.
Donde empezó tantas veces.
Y aquí… en el sitio donde tantas veces soñé, acaba mi sueño, para encontrarme de nuevo en mi cueva escribiendo estas líneas, fruto de mi imaginación, mis sueños y mis deseos más profundos.
Tres días escribiendo sobre un sueño, sobre mi búsqueda y mi necesidad de ese personaje llamado Quimera.
Nada ha sido real, solo un bello sueño que esta vez compartí en mi umbral con todos vosotros.

El Barranco de la Hoz... un viaje que es una promesa II.



Amanece y entre las contra-ventanas de madera de la habitación, entran los primeros rayos de luz.
No he dormido mucho, eso no es noticia en el lobo, pero hoy tengo motivos más que importantes para mí.
No voy hablar mucho de ese café rápido y de nuestra impaciencia.
De esa ducha, toda una aventura en un baño frio algo inhóspito, nada que ver con el de la cueva o los hoteles a los que viaja el lobo y conoces tu.
Besos y la intimidad deseada, hasta la incomodidad de la posada era un aliado esta noche.
Te acerca más a mí, el resto no va a ser escrito. Solo diré que el cansancio nos invadió y nos hizo quedarnos dormidos.
Pero como lobo acostumbrado a la noche y a la vigilia, ese sueño con los ojos cerrados solo duro una hora o poco más.
Y me proporciono otro de mis mayores deseos… Verte dormir, proteger y cuidar tu sueño.
Nadie sabe, ni tú misma las veces que he soñado con un momento así, verte relajada poder mirarte sin ponerte nerviosa y disfrutar de ello.
Pero eso también puede que sea algo demasiado personal para explicarlo aquí y ahora.
El caso es que se hacía de día, y había muchas cosas que hacer por delante.
Lentamente mis dedos dibujaron en tu espalda, y en tus labios aun más suavemente, poco a poco te vi abrir los ojos, robándote la primera sonrisa de la mañana.
Una ducha rápida la mía mientras te desperezas y das vuelta en la cama.
Cuando vas camino de la ducha, cojo tu mano y te pego a mi pecho, mi afición a robarte besos va en aumento cada día.
Con gran esfuerzo te dejo ir, y abro las ventanas para dejar entrar todo el aire que me había robado tu último beso.
Mientras te oigo moverte en el baño me asomo a la ventana fumando y tengo delante mía, un río y un montón de arboles que acompañan su cauce.
Detrás… las rocas de formas casi imposibles configuran el barranco.
Te siento llegar por mi espalda y abrazarte a mí… mientras susurras algo a mi oído.
Algo esperado toda mi vida, sentirlo y notarlo.
Dándome la vuelta cogiéndote de tu cintura te acerco despacio, no digo nada, no hace falta, el beso surge sin remedio y con todas las ansias guardadas tantos años.
Solo la llegada de coches delante de la Posada, me hace recobrar en parte la cordura que no quiero ni quise nunca.
Vamos a desayunar, que tenemos un camino por delante, logro decir cuando mis deseos son quedarme a ti pegado.
¿Qué hacemos dejamos la posada o volvemos a echarnos la siesta?
Sonrió guiñándote un ojo.
Joio lobo, volvemos luego y sales por la puerta algo te dice que un minuto más y nuestros planes los cambiamos.
Desayuno… café en vena y un bollo recién hecho… y antes de ponernos en marcha un segundo café.
¿Qué quieres? Para ser medio humano tengo que tomarme dos cafés por lo menos.
Hablo con el dueño de la Posada y le digo que después de comer regresaremos y nos quedamos una noche más.
Salimos a la calle y nos recibe una bocanada de aire frio que llena nuestros pulmones y nos despierta por completo.
Las cámaras en la mochila, y camino del coche cambias de dirección y te acercas al rio, yo me quedo mirando como caminas.
¿Cómo explicar lo que pasa por mi cabeza en esos momentos?
Mira lobo… has descubierto, al darte la vuelta lo profundo e impactante que es el barranco.
Justo encima de la Posada una pared de roca inmensa, si te fijas bien, se puede comprobar que hay una subida en la propia roca en forma de escalones que sube al mirador.
Pero… mi rodilla no está por la labor, además hay más cosas que ver al otro lado del Pueblo.
Tomate el tiempo que quieras, te quedan muchas cosas que ver aun.
Dejo las cámaras en el coche mientras tú sigues mirando a tu alrededor, disfrutando de lo que ves.
Al cabo del rato te acercas sonriendo, y como me conoces dices… la música la pongo yo, nada de Heavy, este sitio no está hecho para Metallica ni los AC-DC.
Que te lo crees tú, yo hice la prueba más de una vez poniéndolos y subiendo todo el volumen y el resultado es la hostia digo yo intentando convencerte.
No, de la música me encargo yo, tu conduces…
Vale que remedio… en marcha pues.
Regresamos por la carretera que usamos anoche, pero esta vez sí paramos en el pueblo, hay mil historias mías vividas entre esas casas antiguas de piedra.
La plaza del pueblo ha cambiado algo, el viejo árbol, que daba sombra en las horas de la siesta en pleno verano ha desaparecido.
La fuente, continúa, era el punto obligado de todos los vecinos cuando regresaban de trabajar en sus campos para dar de beber a las caballerías y mientras estas bebían, ellos entablar con otros vecinos cualquier conversación.
La pared del frontón sigue con las mismas viejas grietas que cubren de lado a lado la pared.
A su izquierda, la subida a la vieja iglesia, destacando su puerta más vieja aun.
Siempre pensé… que eso si era un milagro, mantenerse en pie sin caerse a plomo.
Y en los bajos del ayuntamiento el bar del casino como todo pueblo que presuma de serlo.
Sorprendido me doy cuenta, que hice un viaje a mis recuerdos y durante unos segundos me transporte en el tiempo, y veo que mientras yo viajaba tu me miras sonriendo.
Te oigo decir, todas esas historias Lobo, quiero que me las cuentes, una por una.
A sus órdenes doña… será un placer.
Riendo volvemos a ponernos en marcha y abandonamos el pueblo dirigiéndonos al mirador donde se domina el barranco.
Espero que el camino no esté en malas condiciones, no deja de ser un camino forestal y el coche que llevamos no es un todo terreno.
Es un cuarto de hora de subida por un pinar, con curvas y algún tramo algo complicado.
Pero llegamos sin problemas… una vez parado el coche al borde del barranco bajas del coche, queriendo mirarlo todo y sorprendida a la vez por el tamaño del barranco visto desde esas alturas.
Saliste tan deprisa del coche que te dejaste las cámaras y dándote la tuya, te digo a trabajar, quiero ver esta tarde tus fotos, ver como lo ves con tus propios ojos.
Tenemos suerte aun habiendo nubes el sol predomina en sus dominios y desde esa altura, el bosque de arboles que bordea el rio, nos ofrece toda la gama de colores del otoño.
Cuando estoy allí, siempre me ocurre lo mismo, me siento muy, muy pequeño ante la naturaleza que se muestra ante mis ojos
Nunca olvidare un día de tormenta eléctrica en ese barranco, jamás vi nada que se le pueda parecer.
Pero eso es otra historia…

Dada la hora que es, y el día que lleva el lobo, dejare el resto de la historia para otro momento.
Siempre y cuando le interese a alguien que la continúe.
Mañana más y mejor…


viernes, noviembre 26, 2010

El Barranco de la Hoz... un viaje que es una promesa.



Levanto el teléfono para llamarte…
¿Nos vamos al Alto Tajo?
Cuando salga de trabajar, comemos cualquier cosa y nos ponemos en camino ¿te apetece?
O podemos irnos mañana a primera hora… tu decides.
OK entonces metemos lo imprescindible en las mochilas y nos vamos… ya buscaremos sitio donde dormir.
Así comienza el viaje donde quiero llevarte… son unas dos horas de coche, sin prisas.
Donde vamos, el tiempo se detiene… ya lo comprobaras por ti misma.
El viaje es cómodo, solo la salida de Madrid hasta Alcalá de Henares, es un tanto complicada pero luego, es dejar rodar el coche.
Pararemos a tomar un café…Conduces tu, hasta donde encontremos alojamiento.
En el mismo barranco, hay una posada para viajeros, en la Ermita del barranco.
Yo he dormido allí dos veces, no es que sea el lugar más cómodo del mundo, y ya hace frió.
Tiene el encanto de una gran chimenea en la cafetería, donde ver el crepitar de las llamas, y el olor a leña.
Y las noches frías pero sin nubes donde la luna reina como tu haces en la cueva, me gusta dar una pequeña vuelta y sentir el frió de la noche en la cara, hasta que la claridad de la luna permita ir
Elige el sitio para dormir… yo tengo el trabajo de ir mirándote todo el viaje.
Un trabajo por el que debería pagar yo, ahora no tengo prisa por llegar a ningún sitio.
La musica la eliges tu, yo haré el viaje pendiente de otras cosas.
Es un viaje hecho por mi cientos de veces, desde mi niñez esa carretera ha contemplado mi evolución, hasta este mismo momento.
Casi sé de memoria el orden de los pueblos, algunos en esta época, son como pueblos fantasmas, sin nadie en las calles.
Solo algún hilo de humo saliendo de las viejas chimeneas de piedra.
Detrás de esa curva hay un valle ¿paramos y fumamos un cigarrillo?
Como pretexto no esta nada mal, me apetece besarte y es un buen sitio.
Después de soñar durante años, con besos así, no voy a dejar pasar ni una oportunidad.
Ahora ve despacio bajando esta cuesta, justo antes de llegar a la curva tienes un desvío a la derecha.
Ve despacio la carretera es estrecha, pasaremos por un pequeño castillo y llegaremos al pueblo.
En el pase de niño muchas vacaciones de verano.
Pasaremos por la plaza del pueblo pero sigamos hasta el Barranco.
Queda poco tranquila… Aquí empieza el barranco, para en el recodo del río ahora, conduzco yo no quiero que te pierdas nada de lo que vas a ver.
Es casi de noche, pero mañana temprano lo veras todo despacio.
No esperabas algo así, no pero no has visto nada aún, a mitad del barranco pararemos en la Posada y tomaremos el café delante de la chimenea.
Del calor del coche al frió algo húmedo por la cercanía del río.
No puedes ver el paisaje que te rodea ya es noche cerrada, pero si sentir la cercanía de los farallones de roca que rodean todo.
Hay gente en la cafetería, de los pueblos de alrededor, es un ambiente donde todos se conocen y nuestra llegada, despierta la curiosidad de los parroquianos.
Buenas noches… ¿que quieres tomar?
Todavía notas el frío en tu cara, un café con leche y uno solo con ron.
Y nos acercamos a la chimenea encendida casi todo el invierno, los domingos allí mismo los fines de semana señalados se cocinan corderos y cabritos en grandes cantidades.
¿Nos arriesgamos a dormir aquí?
Siempre tenemos los sacos de dormir en el coche, frió no pasaremos.
Tú decides…
Reconozco que estoy disfrutando, me gusta ver tu cara, esa que durante tanto tiempo me has escondido, brillando por el resplandor de la cercanía del fuego.
Y tus ojos esos no necesitan fuego para brillar por si solos.
Nos quedamos aquí, y tu sonrisa es ahora esa que yo he imaginado tantas veces.
¿Segura? Esa pregunta mira que la has escuchado veces tú de mis labios.
Si si… y sigues manteniendo esa mirada picara, vale voy a ver que habitación nos dan.
Cuando me levanto… como sin querer me agacho a darte un beso rápido, robado casi
Y te digo sin darle importancia, me va a gustar a mí verte cuando te metas en la ducha, y ver los resultados.
No espero tu contestación voy al camarero y le pregunto si tienen habitaciones, y no hay problema alguno.
La habitación más habitable, y con el cuarto de baño más cómodo es lo que le pido.
Dentro de lo que se puede pedir, no está mal, limpio, tenemos tiempo mientras cenamos, la habitación con la calefacción existente podrá tomar temperatura.
Mientras sigues mirando el fuego salgo a coger las mochilas al coche y las subo a la habitación.
Y como no. Rescate una de las cámaras porque quiero hacerte una foto con el fuego de la chimenea como fondo.
Sentada en un banco de madera a poca distancia de la chimenea, continuas mirando al fuego.
En tu mundo interior una pierna apoyándola sobre el borde el banco y tu barbilla apoyada en ella.
Esa manera tuya de pensar la conozco… y sin decirte nada, no creo que te hayas dado cuenta de mi presencia, hago la primera foto del viaje.
Da igual si sale bien técnicamente es especial en sí misma.
Una no tres fotos… buscando robarte lo que piensas, lo necesito tanto como respirar.
Siempre me pasa eso contigo… lo quiero todo.
Al final te diste cuenta de lo que hago, y sonriendo me dices ¿ya empiezas?
Nunca terminare… ¿quieres algo más?
De beber, no pongas esa cara que aún es pronto listilla… y nos echamos a reír los dos.
Te cuento lo de la habitación y que están ya las mochilas arriba.
Como no…
Tú quieres verla, se me tenía que haber ocurrido.
Pero como cuando quieres, eres rápida, me pides la llave y sin casi darme tiempo sales en dirección de la cueva temporal
De repente te digo coge el portátil y la conexión a ver si tenemos suerte y hay cobertura.
Y muy seria te vuelves y dices mirándome fijamente, no, no necesitamos portátil.
De acuerdo te espero aquí voy a ver qué hay de cena aunque es pronto aún.
¿Nos damos una vuelta antes de cenar hasta el rio?
Vale si tú quieres por mi sí, pero cógete algo que te abrigue mas, hace frio fuera y se notara el cambio.
Para cenar no hay pega ninguna la carta está bien sobre todo para un lobo,
Casi todo es carne y alguna trucha de rio.
Eso me recuerda que en las acequias de ese pueblo, siendo un niño nos íbamos a coger cangrejos de rio y a pescar truchas con los pocos medios que había entonces.
Cuando pido una cerveza, sonrió cuando me pregunta que marca quiero… Mahu un tercio por favor.
No puedo evitarlo cuando me acuerdo de la Cruzcampo un repelús me sube por la espalda.
Entretenido y pensando cómo han cambiado las cosas de repente (de repente es un decir)
Llegas por mi espalda y abrazándome, me das un beso justo en tu símbolo.
Y al oído me dices tengo ganas de decirte…
Y dándome la vuelta cogiéndote de la cintura te miro y te digo pues hazlo… Ya nada te impide decir y hacer.
En ese momento el camarero rompe la magia preguntándote si quieres algo,
Una cerveza, y yo recordando mis pensamientos de antes te digo ¡¡Nada de Cruzcampo!!
Y te echas a reír, jodio lobo dices, pero sigues riendo.
Después de tomarnos la cerveza y fumarnos un cigarrillo nos atrevemos a salir a la calle
El ambiente y el calor del local hace difícil la salida por el cambio de temperatura.
Abrígate me dices, y entre bromas y risas salimos a la noche.
Una noche con una luz algo perezosa, luce pero entre nubes, ahora estoy ahora me escondo.
De la mano echamos un vistazo al coche no sea que dejáramos algo abierto.
Y echamos a andar por la carretera, el frio se nota en las manos y la cara.
Es una zona donde muchas veces dan las temperaturas mínimas del País.
Estamos muy cerca de la provincia de Teruel, y allí no hay término medio con respecto al frio.
Apenas vemos donde andamos, solo el ruido del río nos orienta en donde estamos.
Después de un rato de caminar, el frio va haciéndose más intenso y decidimos volvernos.
Huele a bosque en otoño, y el rio suena rápido, en esta época suele ser así.
Aunque no ha llovido lo suficiente, se nota que lleva caudal.
Aun no sabes donde estas, mañana cuando te levantes te llevaras una sorpresa, no te imaginas el paisaje que nos rodea.
Y cuando salgamos de la Posada conocerás los sitios donde el Lobezno correteaba y se bañaba.
De regreso a la posada va siendo hora de cenar… nos arrimamos a la chimenea y preguntamos si podemos cenar allí mismo.
Mientras esperamos bebemos otra Mahu y aprovechando que me senté en el banco a horcajadas te sientas de la misma manera apoyando tu cabeza en mi pecho. Y aprovecho la postura, tu cuello a mi alcance es más que una provocación.
Mientras mis dedos juegan con tu pelo te beso y muerdo suave.
Y protestas, lobo si empiezas hacer eso no cenamos…
¿Quién quiere cenar yo tengo la comida a mi alcance?
Vale seré bueno… pero me pides imposibles, y uno es un lobo con todas las de la ley y un cuello es un cuello y al tuyo lo he tenido ganas mucho tiempo.
Salvada por el camarero, nos trae la bandeja con la comida.
Yo gruño para mis adentros pero también soy civilizado a veces.
Y comenzamos con la cena, no tengo demasiada hambre pero el cabrito esta bueno y tierno.
Y haciendo planes para el día siguiente cuando nos queremos dar cuenta, terminamos de cenar.
Yo necesito el café en vena, y pido uno con un poco de ron.
Tu pides otro y mientras esperamos que los traigan me enciendes un cigarrillo.
Los dos miramos al fuego es como si nos pusiéramos de acuerdo buscando la comprobación de que esto no es un sueño.
Entra un grupo de gente en la Posada riéndose y hablando fuerte…
Eso nos hace despertar de esa reflexión y como si nos hubiera puesto de acuerdo el fuego de la chimenea tus labios se pegan a los míos y no quieren separarse.
Es uno de esos momentos que nada importa y el tiempo es algo teórico porque lo que pasa en nuestro interior es más fuerte que cualquier otra cosa que ocurra.
Estamos otra vez en el banco de madera en la misma posición.
Me preguntas ¿mañana donde me quieres llevar?
Daremos una vuelta por el barranco y regresaremos al pueblo que hemos dejado atrás.
De allí sale una carretera que lleva a un mirador justo encima de donde estamos ahora.
Desde allí cuando quieren las águilas se dejan ver.
Luego seguiremos el cauce del rio Gallo, hasta donde se junta con el Tajo.
El sitio se llama el Puente de San Pedro, y allí hay también un sitio que quiero que conozcas.
Podremos hacer fotos a los buitres, y ya buscaremos un sitio para comer.
Mañana pensamos si pasamos la noche aquí en la posada o buscamos otro sitio.
¿Te parece?
Claro que sí, quiero hacer todo eso… de repente me dices seria…
¿Sabes cuantas veces he soñado con un viaje así?
Con las mochilas y nosotros dos, sin pensar solo haciendo esto que hacemos ahora.
Tantas veces como yo supongo… era una deuda que teníamos con nosotros mismos.
Ahora se trata de vivir, hemos aprendido, y quedan muchos sitios por conocer y muchas cosas por hacer.
En silencio a veces se dicen las cosas mejor, y mirándote y viéndote, te digo todo lo que me has oído decir tantas veces.
Es algo nuestro, y nadie puede entender cuánto ha costado llegar aquí.
¿Otro café y nos subimos a la habitación?
Con cara de lobo bueno pero guiñándote el ojo es mi propuesta.
Pones cara de circunstancias y me dices… vale pero que el café sea rápido.
Y aquí tomando este último café termina la primera parte de un viaje al Barranco de la Hoz.


Las dos fotos son del sitio en cuestión, esta última es del pasillo que comunica la Ermita con la Posada.

Mi piel...

Llevo su marca en el cuello… el silencio en los labios y los dedos
La aleje de este sitio, buscando la calma y que dejaran de surgir algunas reacciones que no entendí nunca
Quimera es mi sueño, mi realidad interior y mi necesidad.
La llevo colocada en el cuello como la firma de mi seguridad y mi compromiso, por eso desde hace unos días va conmigo a todos lados.
Es algo más que un símbolo, es el primer tatuaje que la gente no ha entendido.
No hago las cosas para que se me entienda… tendría que nacer de nuevo y mi madre protestaría.
Quimera es más que un sueño, es el conseguir aquello que busque durante muchos años.
De eso estoy convencido como nunca lo estuve jamás.
Mis sueños empiezan ahí y parten en el camino más largo que jamás puedo emprender.
No depende de mí que suceda, pero estoy dispuesto hacerlo.
En la noche… surgen los deseos cuando las habitaciones se quedan ausentes de ruidos y de luces.
En la soledad absoluta que uno busca, aparece el deseo pegado al sueño de poseer, de sentir y ser el centro del universo de la otra parte.
Y eso es algo que no quiero controlar, no es una locura.
Es mi necesidad más cuerda, la mejor entre todas las demás que yo haya podido abrigar.
Compartir mil viajes, mil vivencias y mil situaciones… buscar a esto una razón es perder el tiempo.
De la seguridad no se puede buscar la duda por si las cosas fracasan,
Se apuesta y se apuesta fuerte por vivir… el premio merece el esfuerzo y el abandonar viejos lugares que hoy por ser los de siempre se quedaron atrás.
Con los fantasmas de algo que paso, y se acabo sin saber los motivos.

jueves, noviembre 25, 2010

No hay fotos...

Después de varios correos con directas e indirectas, sobre la existencia de fotografías del Lobo de la época a la que se refiere el escrito anterior.
Y su posible difusión…
Decir de forma tajante e inequívoca, que todas las fotografías y documentos de la época.
Fueron eliminados para evitar su difusión, y su uso
Entiendo el interés mal sano de algunos lectores. (Cachondeitos a mi)
Otra vez será (ni harto vino, vamos)
Esa época quedo en los anales de la memoria histórica del Lobo, y solo como en esta ocasión, de vez en cuando, alguna referencia y siempre como forma de amenizar alguna explicación sobre el sitio en cuestión.
Yo podría comprender ese interés si el lobo fuera un personaje de la política o del mundo del Arte…
Pero, sintiéndolo mucho personalmente, ni una cosa ni otra.
Ni tan si quiera como referencia de moda, de esos días valdría yo, para cualquier interesado en la materia.
La época a la que hacía referencia, es bastante movida en el sentido de que mis andanzas por la villa y corte de Madrid eran muy prolíficas.
Nunca se ha caracterizado el lobo por dormir demasiadas horas, y si, por ser un habitual de la noche, y todo tipo de actividades nocturnas.
(Una de las razones de no tener fotos de ese período es que las cámaras de fotos, eran bastante rudimentarias para esas fechas)
Si mi memoria funciona medianamente bien, en otra ocasión que surja hablare de mis andanzas en una de las Discotecas que más tuvo incidencia a mi afición a la música,
No siendo una Discoteca al uso, dado que la música que allí se escuchaba, en la mayoría de los casos no circulaba habitualmente en los canales comerciales, como emisoras de radio y televisión.
Su dueño un personaje donde los hubiera, corresponsal de guerra y periodista, aprovechaba sus viajes para acercar las nuevas tendencias musicales en las entonces Mecas de la música del momento, NY y Londres.
Eso nos permitió a unos pocos ir conociendo grupos que de otra manera no hubiéramos conocido hasta bastante tiempo después.
Grupos como: Black Sabbath, Jethro Tull, Mandril muchos más.
No sonaban ni de coña en las emisoras de radio, bueno miento, en ese período, y aunque hoy suene a ciencia ficción, una emisora como La COPE FM, siendo propiedad de la Iglesia ya entonces, tenía a partir de las 7 horas de la tarde una programación, bastante más que avanzada para quien mandaba en España entonces y el retraso que mi país llevaba con respecto a Europa.
Los Locutores y los técnicos de sonido, algunos conocidos hoy en la actualidad por otros motivos como… Moncho Alpuente o Gonzalo García Pelayo entre otros eran los Gurús para gente como yo de esa época.
Atravesábamos fronteras de otra manera imposible para nosotros.
Aprendía a amar la música, conocí los pasos de gente como Jimy Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y otros muchos.
Por cierto la discoteca se llamaba MM y estaba en la calle Béjar, muy cerca de Diego de León,
Y como lo he dicho un día hablare de mis andanzas allí.

miércoles, noviembre 24, 2010

Malasaña

Ayer noche recorrí el barrio de Malasaña (Manuela Malasaña heroína popular, fusilada por las tropas francesas en el levantamiento del pueblo de Madrid el 2 de Mayo)
Barrio en sus tiempos famoso por ser un lugar de encuentro de la juventud promotora del célebre Botellón.
Durante mucho tiempo, con enfrentamientos nada cordiales entre vecinos y los visitantes de fines de semana.
Es un barrio antiguo de Madrid con un encanto personal para mí.
Situado entre las casas de mis abuelas era el camino directo de una a otra sobre todo en fechas señaladas.
Linda con el barrio de Chueca, hoy plagada de tiendas características del barrio.
Como todo el mundo sabe, tiendas con personalidad propia, sean de ropa, libros o artículos de belleza, aparte de peluquerías para cortes de pelo imposibles etc...
Por lo que solo pasear y ver tanto escaparates como viandantes ya de por si el paseo es entretenido.
Por otro lado aun quedan rastros de los antiguos Baretos frecuentados por mí en una época concreta de mi vida.
En tiempos era un distrito con ciertas aspiraciones seudo-intelectuales, dado de que algunos vecinos de esa época, eran bien famosos cantautores o escritores.
De calles estrechas, sin edificios importantes, sus calles desembocan en la Gran Vía, y a las Espaldas de La Plaza España.
Como protegida de la vista de los visitantes y del resto de los ciudadanos de la Villa y corte.
La calle del Pez donde comencé mis correrías con la música, nada importantes por otro lado (más que nada, por no competir con Manos lentas Clapton) pero con muchas historias algunas divertidas a mis espaldas.
Esas calles pequeñas algunas en cuesta, han visto pasar las horas de muchos domingos de los comienzos de Lobo.
Las primeras novias, pocas, uno no ha sido propenso ni ha tenido el encanto suficiente.
Mis pintas ya en la época eran como para que las fans de los Bravos, Beatles y alguno más les llamara la atención
Mi hija lucha aun por conseguir fotos de la época (gracias a Dios, pérdidas convenientemente en alguna de las mudanzas familiares)
Pero para que los lectores se hagan una idea, mi pelo era lo más parecido a Jimy Hendrix o cualquier jugador de la NBA de la época.
Pantalones vaqueros, y cazadoras militares (compradas en el Rastro) pintadas por mi (lobos, una constante en mi vida)
Botas militares o cuando mis ahorros me lo permitían las celebres All Star (Converse para los más modernos)
Entonces nada fácil de encontrar en las tiendas, y caras como su pm.
Ahora las veo que las llevan hasta las señoras que van a por el pan los domingos por la mañana.
(Lo que cambian las cosas)
Esos y otros recuerdos vinieron a mi mente en un paseo rápido por el barrio
Curiosamente algunos de los edificios que recordaba, hoy están en manos de los pocos okupas que deben de quedar en Madrid.
Y me hizo pensar que después de muchos años, la gente que seguía habitando y acudiendo al barrio tenían por lo menos algunas ideas semejantes a las mías y la gente que acudía como yo.
Ácrata, agnóstico y bastante indómito según algunos.

Otoño


Los días de otoño y más en invierno, son cortos y a veces tengo la sensación de vivirlos como en un sueño plagado de niebla y de olvido.
Las calles están grises, el frió atenaza y las nubes amenazan lluvia
En poco tiempo se ira oscureciendo… y la faz del barrio antiguo de Madrid tendrá la transformación de todos los días.
Poco a poco la luz de los escaparates de las viejas tiendas irán sumando su resplandor amarillo a la decoración de las calles.
Me he convertido en enemigo de la luz blanca de los alógenos, y de los grandes escaparates de las grandes superficies.
Pasear en estas tardes es a veces recordar sintiendo el frío en el rostro otras épocas y otras situaciones.
En el centro de la Plaza Mayor siguen montando las casetas que acogerán los puestos de Navidad…
No se de cuando data esa costumbre, siempre la he conocido
Mis abuelos me llevaban y tengo ese recuerdo en la memoria.
Antes las figuras de barro eran para nacimientos pobres, ahora se pueden ver nacimientos y todo tipo de artefactos para nacimientos de VIP.
Aparte de la invasión acostumbrada de Papa Noel, renos y todo tipo de elementos para disfrazarse o gastar bromas.
Madrid como todas las ciudades viejas, tiene impresa en muchas de sus calles una historia no académica, y si popular.
Vecinos y ciudadanos que dieron sabor a la Villa en su momento.
Hoy paseare, no llevo la Cám. la deje durmiendo en el arcón, solo la mochila va conmigo.
Solo no… Una carga de pensamientos encontrados que se han convertido en parte de la piel del lobo, también viajan con el.
Me apetece relajarme tumbarme a leer y escuchar música estos últimos días aparece como un sueño y a compartir por otros.
He descargado libros nuevos, pero me esta surgiendo la necesidad de comprar un e-book
Puede que en eso haya las dos personalidades del lobo, por un lado todo lo tecnológico me interesa y por otro lado he comprendido que es más cómodo y más barato.
Aparte de que más ecológico, el libro no deja de ser causante de la tala de árboles.
Pero me aparto del tema… Como con las fotos, leer es algo que estoy dejando a un lado, y eso no me gusta, tengo que dedicar las pocas horas que tengo disponibles para leer.
Transporte diario sobre todo, son unas tres horas que vienen bien para ir leyendo cosas nuevas
Esta época de año aparte de ser la mejor para ir a un bosque y fotografiar, apetece tumbarse en el sofá, sobre las piernas de alguien y leer un libro mientras tomas un café.
Libro tengo y café también, buscare un sofá cómodo y las piernas se vera si están dispuestas a que mi cabeza reposen en ellas.

lunes, noviembre 22, 2010

Cauce de un río..

A veces uno se siente… como la hoja en el cauce de un rio, sin poder decidir cuál es su rumbo.
Difícil situación para alguien que está acostumbrado a tomar decisiones a veces aparentemente sin pensar,  el estar a disposición de los vientos y las corrientes.
El instinto te lleva a doblarte si la situación lo requiere, pero no durante demasiado tiempo.
Dependo de demasiada gente extraña a mí, supongo que cualquiera que lea esto puede decir…
¡¡Coño como todos!!
Pero eso no consuela, vivir rodeado supongo lleva a aceptar normas sociales, opiniones.
Pero no mandatos y calles con direcciones únicas.
Y más cuando por suerte o por convicción propia uno tiene claro cuáles son sus deseos y sueños.
En los últimos tiempos he ido aprendiendo poco a poco, que lo que quiero de verdad son aquellas pequeñas cosas que son la diferencia entre la rutina, y levantarte todos los días con ilusión
No necesito largos viajes, me gusta viajar como  a todos, pero voy en busca de otros sueños.
Ahora mismo estoy con la cabeza como si fuera un torbellino, de sentimientos encontrados.
La vida a veces se te pone difícil, complicada, te pasas la vida buscando, teniendo claras bastantes cosas de cómo quieres vivir.
Sin encontrar, y el destino te pone delante la oportunidad sin esperarlo, casi cuando te has resignado a no encontrar.
Y vuelve a empezar la rueda a girar, aparecen los problemas.
No es el momento, no es el sitio, no se puede…
La cabeza se llena de preguntas, no encuentras ni puedes pedir soluciones rápidas
Todo cuando lo tienes ahí… delante, sabiendo que es, que las dudas no existen en esto.
No busco soluciones mágicas, la vida no entiende de eso, parte de las posibles seguridades que te vas encontrando.
En las decisiones, nunca fáciles, vuelven a aparecer las dudas, los temores.
El pensar en los demás, en cómo afecta cada decisión en otros.
Estas reflexiones no son propiedad del lobo, estoy convencido que todos los lectores que pasen por aquí, se han visto en la tesitura de tener que elegir.
Cada  uno a su forma y manera, se ha enfrentado con decisiones para cambiar la propia existencia.
Creo que todo en esta vida..., tiene fecha de caducidad.
Todo es susceptible de cambiarse en un momento determinado.
Hay que reconocer que la sociedad está bien montada para tener a raya a sus ciudadanos.
Condicionados a una serie de reglas y obligaciones que nos amordazan.
Nos arrancan el deseo de elegir, sobre el que hacer con nuestra propia vida.
Somos la especie del planeta donde la familia eterna es la manera, siempre somos padres, siempre somos hijos, y siempre tenemos un contrato firmado, a veces desde demasiado tiempo.
Es fácil echar la culpa a los demás, a la sociedad, a la educación, pero se supone que somos adultos, pensantes, capaces de tomar decisiones de todo tipo.
¿Por qué entonces sigue funcionando  estos preceptos?
Cada día mis escritos son mas confusos… no tengo soluciones y si mil preguntas.

.

domingo, noviembre 21, 2010

Estadisticas

Si las estadísticas no mienten… algo falla aquí.
La gente entra y solo contesta por medio de correos electrónicos.
Esto es como la ley del Péndulo, o mucho… o en el otro extremo, nada.
También puede ser que la gente que entra aquí a leer, sea masoquista, se aburra y repita.
Pero bueno… no se puede protestar por ello, el blog recibe más de cien visitas diarias lo que quiere decir que el mal gusto por las letras impera.
Yo no me aburro, solo censuro, eso tengo que reconocerlo en público, cada día me censuro mas.
Sera la cercanía del invierno, las pocas horas de sol, o que en la cueva la luz es más baja.
Y lo que sale de los dedos no es para animar a nadie.
Desde que la crisis de la camiseta en el metro, ha cambiado por las chaquetas y los pañuelos palestinos.
Uno ha cambiado los temas… hablar de política y de huelgas generales, no es un tema que sea atractivo
Poesía, uno como que… se le gripa la caja cambios.
Busco posibilidades para las fiestas de Navidad, algo tengo que inventarme, se admiten sugerencias.
Porque este año se presentan duras y complicadas.
No es por falta de ideas o de deseos, de eso si que estoy sobrado.
Pero nada sale como uno quiere… hay imposibilidades que marcan los tiempos y los viajes.
¿Y porque son las cosas así?
Debo estar pagando mi historia… no tengo otra explicación.
La mochila esta en el suelo… olvidada.
Las cámaras de fotos en un arcón de madera, esperando mi mano para salir y buscar personajes.
Cuando las saco y las limpio (para lo mío soy yo muy aseado) parece que me reprochan estas vacaciones a tiempo perdido.
Pero sigo sin ver fotos por la calle…
¿Tendré que ir al médico?

Dolorido…


Un sábado más en la cueva reponiendo las molestias de la operación y el tatuaje.
Si uno más… ya hay quien lo vio...
A fuerza de no mencionarla, decidí llevarla conmigo.
Ya viajaba conmigo donde yo fuera… 
Ahora lo hará, no solo en mis pensamientos, también en mi piel.
Ya hay críticas, el sitio, lo que dice…
Pero da igual, esta donde siempre estuvo, y donde debe estar.
Empiezo a darme cuenta que los fines de semana, son odiados por mí.
Es esperar sin tener respuesta, el no saber, y ser tragado por las horas del día y de la noche.
Sin posibilidad de escape a los pensamientos propios.
Estar inmóvil, esperando lo que de antemano sabes que no llegara.
Solo a veces pequeñas gotas y una luz al fondo, cambian durante un tiempo el ritmo, y colman pequeños deseos.

Fantasma

Soy el fantasma de tu almohada.
Ese que dejas reposar en ella,
al perder la conciencia
En el mismo momento, que entras,
al reino de tus sueños
Y recoges al despertar cada mañana
El fantasma que te lleva en la piel
El que recoge como si fuera el postrero
Tu último beso de cada noche
Beso que ha acompañado,
Tantas noches las horas de silencio.
Alimentando la imaginación
Los deseos y la impaciencia
Soy y seguiré siendo,
solo, el fantasma de tu almohada.

viernes, noviembre 19, 2010

Algo mas que Fotos

Hoy en recorte en negro alguien volvió a solicitar mis fotos… también para este blog.
Me dijo algo que me sorprendió, muy cercano a lo que siempre quise hacer.
Sacar lo mejor y lo peor de lo que yo veía sin palabras, eso está cerca de lo que me atrajo siempre de la fotografía.
También hace pocos días buscaba la explicación, de por qué, aun llevando la cámara, no era capaz de mirar a la gente y sus mensajes corporales como otras veces.
Hay una explicación… tan sencilla como que… no miro igual.
Y es cierto, de un tiempo a esta parte, camino dentro de mi propia burbuja llena de mi propio oxigeno y pensamientos.
Así difícilmente puedo contemplar a otros.
Cierto es también, que muchas de las fotos me gustaría hacerlas en una situación para mi ideal.
Como diría el otro vamos que yo me entiendo y bailo solo.
Tengo varias fotos en la cámara sin descargarlas aun, no creo que sean nada interesantes.
Cuando hago una foto que entra dentro de lo que yo califico como salvables, lo sé según las hago.
Aunque las borre después… si, también borro fotos como borro mis escritos.
Manías que tiene uno.
He borrado fotos importantes, tengo dos siempre en mi cabeza que me arrepentiré siempre de haberlo hecho.
Traiga el destino o la suerte, lo que traiga, esas dos fotos siempre serán importantes para mí.
Es curioso, algo que dejo de existir en el mismo momento que se creo, tienen una importancia casi extrema en mi.
¿Y cómo explicar eso?
Lo que quiero decir, se aproxima que a veces por medio de mis cámaras robo algo del modelo en cuestión, y lo hago mío.
Por mi forma de verle, o por lo que me hizo sentir en el momento de sacar la foto.
He leído mil explicaciones de fotógrafos buenísimos y ninguna se aproxima a lo que yo siento, cuando detrás de la maquina… veo algo que me hace sentir, da igual que, hace que esa foto por un instante, o por siempre esa foto tome vida y exprese para mi
Por eso me alegra que alguien viendo alguna foto mía haya interpretado eso.

miércoles, noviembre 17, 2010

Avispero...

No se si escribir o dejarme llevar por el día gris que hace y mis pensamientos.
Demasiadas cosas están ocurriendo y muy deprisa.
Cambios, búsquedas de soluciones y al mismo tiempo, el tener que explicar por no se que regla no escrita donde estoy o que hago.
Y todavía me dicen escribes poco…
Pues no… escribo, y mas que nunca.
Otra cosa es que sea leído en el blog.
¿Inconformista o insatisfecho?
¿Indómito o con corazón de hierro?
Coño si es que no paráis…
¿Has hecho fotos?
¿Como va la cueva?
Yo entiendo que es culpa mía por ir haciendo participes de mis cosas en el blog.
Admiro a mi amiga Bucanera, eso si es un blog y no lo que tengo yo.
Todo ordenadito, con gente entrando y saliendo  y decorado encima.
Con mas visitantes que el museo del Prado y sin una voz mas alta que la otra.
Y yo que tengo una cueva, sin luz eléctrica… hay días que parece un avispero.
Eso me pasa por bajar de la montaña al valle y encima explicarme.
Tengo a la pobre Quimera desatendida al final me abandonara por cualquier perro con pedigrí.
No la llevo de viaje desde hace tanto tiempo, que me han contado que ahora los hoteles tienen luz y agua en las habitaciones.
Y la última  vez que viajamos juntos, yo me duche en el pozo de la posada donde nos alojamos.
 Con eso queda dicho todo.
A todo esto el teléfono suena sin parar, bueno al menos la última llamada  ha sido para preguntarme cuando me cojo la semana de Navidad.
He cogido la semana de reyes.
Menos gente por las carreteras y de paso cojo diez días.
Del 31 al 10 de enero, eso sin contar con el puente de la constitución.
Ahora solo falta llenar esos días de contenido.
Lo malo es que tengo la mochila anclada y las cámaras de fotos en huelga de objetivos caídos.
Si ya tengo la cueva, tendré que hacer alguna instalación o montaje de muebles
Por eso no me gusta Ikea siempre pierdo la bolsita de las llaves esas para las tuercas.
Bueno eso ya se vera si entra en las fechas o no…



lunes, noviembre 15, 2010

Invierno en los soportales




El invierno llega a Madrid, los soportales del centro de la ciudad, se vuelven a llenar de personas que entre cartones y plásticos, duermen en las aceras.
Cada vez hay gente más joven entre estos personajes desarraigados, cuando me encamino a mi trabajo, ellos son despertados por la policía municipal.
En sus ojos al menos en la gran mayoría se puede ver resignación, por llamarlo de alguna manera.
Aceptar la situación en definitiva es una forma de ir cayendo por el terraplén.
No es aceptación eso es simplificar situaciones que en muchos casos son dramas personales, enfermedades o dependencias.
Eso fue escrito esta mañana en un rato suelto entre teléfonos y llamadas telefónicas.
Lo malo que tiene el horario de invierno es que uno, llega al trabajo siendo aun de noche y sale para regresar a casa y se encuentra con la misma oscuridad.
Ya han vuelto a los soportales, no es que vayan a dormir, no,
Estas horas son el momento peor del día, vino barato comprado en los chinos, calientan los cuerpos y confunden los cerebros
Cuando paso por esas zonas, palabra de honor que la ciudad para mí se convierte en más gris si cabe.
Intentare hacer fotos, digo intentare, porque sé por experiencia propia que no les gusta que les fotografíen.
Les comprendo, yo haría lo mismo en su lugar, si sirve de explicación ese tipo de foto no la hago, por curiosidad, ni mucho menos, más bien al contrario espero que si alguien puede ver lo que yo veo cuando las hago, cambiara algo la forma de mirar a esta gente que no dejan de ser, los que peor suerte tuvieron en el reparto.
Sabiendo también, que es un mundo oscuro, donde la picaresca y la delincuencia. se alimentan.
Esta mañana hablaba de la juventud de algunos de ellos, pero también tengo que decir que el número de mujeres también es mayor, que otros años.
A veces me quedo mirando y me pregunto, los porqués, término cabreándome conmigo mismo, como si rompiera el último rasgo de intimidad que les queda.
Y eso que no lo hago por curiosidad malsana, intento comprender.
Y ante la mala suerte, hay poco que comprender, de eso todos sabemos un poco.
Lo curioso de las ciudades inhóspitas como Madrid que todo convive con todo.
Grandes marcas en las tiendas, extranjeros que deambulan por las calles, todo mezclado, con esta gente que sus únicas propiedades son unos cartones, y en el mejor de los casos un saco de dormir.
Sé que es un tema que he tratado más veces en el blog, pero me hierve la sangre viendo la situación a la que puede llegar el ser humano.
Por el mismo y la frialdad con la que es aceptada cuando pasan por delante de nosotros.
Sé que mañana en la parada donde me bajo del autobús, justo en frente se está haciendo la cola para que los más afortunados, puedan desayunar y meter algo caliente en su cuerpo, en un comedor social.
El resto tendrá que esperar a mañana, o si tiene suerte, la hora de la comida en otro comedor, eso si el vino, no lo ha dejado en cualquier banco tirado.
Una vez mas lo que veo y quiero decir, se queda lejos de lo que reflejaran estas letras.
Pero no me rindo… sea con fotos o con escritos seguiré hablando de ellos.
Al menos alguien tiene que acordarse de ellos.

La foto fue tomada con una cámara prestada y es mala técnicamente pero al menos sale un personaje que puede dar una idea de lo que he comentado.

Lunes…

Empieza la semana, y después de esta obviedad, decir que estoy sorprendido sobre el funcionamiento del blog.
Recibo más comentarios a mis escritos por correo, que en la sección destinada a ello.
No sé si por timidez, o porque os sentís más libres de expresaros.
No es que me importe, solo me llama la atención…
Este fin de semana, siendo tranquilo, no se lo deseo yo a nadie, mal tiempo y muchos pensamientos descontrolados.
Como alguien me decía anoche, soy un inconformista redomado.
(Gran invento el correo electrónico)
Cierto, pero siempre pensé que conformarse es lo mas aburrido del mundo.
Y no te permite mejorar, tampoco.
Tampoco me conformo con las críticas gratuitas y con tanto adjetivo fácil, es posible hacerlo con quien está delante de nosotros, cuenta o dice.
Difícilmente con quien tapa y no deja ver.

domingo, noviembre 14, 2010

La calle esta triste... y lloran los cristales.

Dormí mal…
Solo cuando la luz, ya dominaba la calle pude cerrar los ojos para descansar.
No es que hiciera nada importante, leí sin saber demasiado bien que leía
(Como se entere Reverte me saca en un artículo)
Es un domingo raro, mientras Alonso pierde el mundial de F-1 yo estoy aquí mirando la pantalla y sin saber muy bien… Donde se ha ido mi cabeza, a veces a un parque desconocido, otras a una cueva por hacer.
He estado revisando el blog, francamente borraría más de la mitad de los escritos.
Cada día entiendo menos como he sido capaz de colgar determinadas cosas en el.
También estuve en el de fotos y habilite la opción de comentar.
Ha entrado gente y lo más curioso se han dado de alta como seguidores de el.
Me mandaron un correo diciéndome que les gustaría opinar pues ya esta…
A opinar sobre la visión de Lobo cuando camina por la calle.
Dentro de un rato, rescatare la cámara para llevarla conmigo, lleva más de un mes en la estantería esperando trabajar.
En el centro de Madrid en las fechas venideras empezara a cambiar el ambiente y habrá fotos esperando detrás de cada esquina.
Otro asunto pendiente es crear una página web solo de fotos.
El blog seguirá, si hay alguna que se pueda salvar, irá a la dichosa pagina que parece el parto de la burra.
Con todo mis respetos a la Burra.
Como si todo estuviera preparado, se ha puesto a llover y no tiene pinta de parar.
Hace una tarde de sofá, o de alfombra.
Viendo llover y compartiendo un café y…

El mañana de ayer

Y llego el hoy…. El mañana de ayer, esta y es ahora
Decidí sobre la cueva
Ya está… solo faltan temas legales, pero espero que esta semana la mayoría queden resueltos.
Una cueva con el cielo como vecino, en una esquina mirando hacia la laguna, no se ve pero notare su presencia.
Podre ver la salida del sol, cuando venga a raptar a la luna.
Siempre busco un punto donde este lejos de otros, no me aíslo pero busco distancia.
Y una vez más, al sentarme y reflexionar mi instinto prevaleció.
Vacía, estará vacía durante un tiempo, iré con lo justo que no es poco.
No habrá maletas y si una mochila, en ella va todo lo que realmente tiene valor para mí.
Es pequeña, pero será grande, si consigo que el resto que queda por delante se aproxime a mis sueños.
No habrá castillo, ni casa más grande, si entre esas paredes consigo mis quimeras.
Llenar las paredes de fotos, darle personalidad a cada rincón.
Hallar la comodidad de quien habite en ella, y descansar por fin en terreno propio.
Si dijera que no me preocupan los cambios, mentiría, claro que habrá cosas que se me descontrolen.
Pero hay tiempo, y prisas las mías propias.
Jejeje reconozco que eso por tiempos, es un verdadero problema, mi impaciencia es un enemigo a veces de lo más tenaz.
Ni el paso del tiempo ha podido cambiar algunas cosas.
Todo puede torcerse, pero los pasos se van dando…
Ayer hablaba de stress, y en ocasiones se hace patente en mí.
Demasiados frentes abiertos, por eso necesito el lugar para cargar pilas, y pensar.
El resto confío y sé que vendrá por si solo
Un estudio vivienda, quiero trabajar en el, me han hablado de volver a diseñar, y es algo que me gusta.
Tiempo y medios tendré, y los que no tenga son de fácil acceso.
Y si no lo son, encontrare la manera de hacerlo.
Cuando algo se quiere de verdad, y se desea, se lucha por conseguirlo

sábado, noviembre 13, 2010

No importa lo que escribo, importa como me siento.

Uno en ocasiones sufre ramalazos de lo que es… y en mi caso soy lobo.
Animal donde los haya, exento de razonamientos congruentes, que solo se guía por su instinto para la maldición propia y desconcierto de los demás.
Y los controlo (los ramalazos) los apago como puedo, mil formas hay.
Otras veces me hago la pregunta de…
¿Por qué amortiguar las reacciones al lobo?
Soy lo que soy, y ofrezco también lo mismo, mil cosas en un pack confuso, para el desconcierto de los demás.
Hoy es una noche de esas…
No voy a asfixiar al lobo, le dejare salir y respirar profundamente, cierto es que sale por motivos… Sin importancia aparente.
Pero la realidad es que sale…
Si al lobo es difícil comprenderle (lo es) el tampoco entiende muy bien a los humanos que tiene enfrente.
Y no es cuestión de ir aclarando punto por punto.
Seguir el caminar de alguien como yo, no debe ser nada fácil, por más pautas que doy.
¿Falta de interés?
No es el momento ahora de hacer preguntas de ese tipo, la realidad es aplastante de manera y forma.
Y hay que contar con ello… vale, no estoy dando muchas pistas sobre lo que escribo.
Son mis dedos, no yo, quienes reflexionan sobre lo que ven, sienten, o padecen.
Reconozco que en noches como esta me va bien dejarlos actuar.
Aunque cuesta creerlo, esta noche no escribo para ser leído, si para verme aquí delante mío para comprender, o solo aceptar lo que tengo.
No, no entiendo muchas veces las cosas, decir otra cosa es mentir descaradamente y no es lo que entrego.
Detalles que se me escapan de mi lógica, son los que a veces me hacen pararme en seco y mirar, hacia dentro.
Secamente sin dar opciones, eso hace desconcertarse a propios y extraños, pero estoy convencido que en el fondo sin decir, las razones se saben
¿Reconocerlas?
Probablemente no.
Vivir es un juego peligroso, no solo hablo de la propia vida, que también lo es, nadie la tiene asegurada.
Hace unas pocas horas, alguien me comento que le habían dado una mala noticia sobre una enfermedad de una amiga.
Esto es así, nos reparten un destino como si una partida de cartas se tratara y hay que jugar
Aquí nadie está exento.
No hablo de perder la vida, no, siento lo de esa persona en estado grave.
Pero mis dedos hoy no hablaran de otro que no sea yo.
Y la música suena, y cambia de canción de manera aleatoria
Me he tirado un buen rato esta noche, intentando encadenarla, como solución y para evitar pensar.
Y el resultado ha sido un fracaso estrepitoso.
Hay veces por mi propia historia, que tengo que anteponerme.
Colocarme por un espacio corto de tiempo… el primero,
Solicitando al menos mi propia atención.
No, no se la pediré a otros, tampoco voy a esperarlo.
No es stress, sería una excusa fácil, probablemente lo llevo desde hace meses sin darle importancia.
No se trata de eso, es más, el sentirse descolocado, y no entender bien las cosas que suceden.
O es mi escala de valores que me la dieron dada la vuelta
Y parto de valores distintos, muchas veces me hice ese planteamiento que acude otra vez delante de mí
¿La verdad?
En estos momentos me preocupa poco la escala de valores de los demás, creo que hoy se trata de salvaguardar la mía.
No se trata esta vez, de cómo es visto el lobo por los demás, ya hubo un escrito que hizo pensar a la gente que esa era mi preocupación y la deje pasar.
No creía yo semejante cosa, solo expuse una sorpresa por no entender las cosas.
Esta vez se trata de lo que yo veo en otros, juro que intento con todo lo que tengo.
¿Comprender?
Vuelta al fracaso.
Ni la experiencia en el mundo, ni la lógica aplicada, me da soluciones.
Acepto o no… eso es todo
Y hoy no acepte, no, me ha hecho sentirme mal, eso solo explica este texto confuso para quien pueda leerlo
Pero no decían ¿que no estaba escribiendo?
Lo hago, últimamente más que nunca, solo que el tono y el contenido de este es completamente opuesto.
No, no entendí… no me valió el medio, ni me pare a quitarle importancia.
Se la di y mucha… si no hay quien comprenda todo lo que digo, no pasa nada.
Necesitaba decir…NO LO ENTIENDO.




Y no sé qué hare mañana, no sé si seguiré buscando la respuesta.
O quizás encierre al lobo y mantenga silencio.
Sé que ahora hace frio fuera y lo siento dentro… y con eso mañana será  lo que tenga que ser.