Hoy en recorte en negro alguien volvió a solicitar mis fotos… también para este blog.
Me dijo algo que me sorprendió, muy cercano a lo que siempre quise hacer.
Sacar lo mejor y lo peor de lo que yo veía sin palabras, eso está cerca de lo que me atrajo siempre de la fotografía.
También hace pocos días buscaba la explicación, de por qué, aun llevando la cámara, no era capaz de mirar a la gente y sus mensajes corporales como otras veces.
Hay una explicación… tan sencilla como que… no miro igual.
Y es cierto, de un tiempo a esta parte, camino dentro de mi propia burbuja llena de mi propio oxigeno y pensamientos.
Así difícilmente puedo contemplar a otros.
Cierto es también, que muchas de las fotos me gustaría hacerlas en una situación para mi ideal.
Como diría el otro vamos que yo me entiendo y bailo solo.
Tengo varias fotos en la cámara sin descargarlas aun, no creo que sean nada interesantes.
Cuando hago una foto que entra dentro de lo que yo califico como salvables, lo sé según las hago.
Aunque las borre después… si, también borro fotos como borro mis escritos.
Manías que tiene uno.
He borrado fotos importantes, tengo dos siempre en mi cabeza que me arrepentiré siempre de haberlo hecho.
Traiga el destino o la suerte, lo que traiga, esas dos fotos siempre serán importantes para mí.
Es curioso, algo que dejo de existir en el mismo momento que se creo, tienen una importancia casi extrema en mi.
¿Y cómo explicar eso?
Lo que quiero decir, se aproxima que a veces por medio de mis cámaras robo algo del modelo en cuestión, y lo hago mío.
Por mi forma de verle, o por lo que me hizo sentir en el momento de sacar la foto.
He leído mil explicaciones de fotógrafos buenísimos y ninguna se aproxima a lo que yo siento, cuando detrás de la maquina… veo algo que me hace sentir, da igual que, hace que esa foto por un instante, o por siempre esa foto tome vida y exprese para mi
Por eso me alegra que alguien viendo alguna foto mía haya interpretado eso.
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