martes, diciembre 09, 2014

El puente.

Cada flecha es distinta por si misma.
Es algo que estoy aprendiendo en mi nueva afición.
Si, ahora el arco es una herramienta para mi relajación y mi concentración.
Y mira tu por donde... con la cámara es igual.
No hay foto igual, a la anterior, quizás a los ojos de quien las ve no note la diferencia, pero a la hora de apretar el disparador.
Cada foto es distinta en el tiempo y sobre todo en las sensaciones.
Este puente me ha servido para volver a cargar con las cámaras al hombro y esos viajes que para algunos hace tiempo me hicieron famoso.
Retomando aficiones que diría el otro.
Frió y mejor compañía.
Cosa a tener en cuenta en los últimos tiempos.
Aunque las muestras demuestren soledad, no es así como me sentía mientras las hacia.
El gran problema siempre fue... saber lo que uno ha querido y no poder llevarlo a cabo.
Pero eso ya es harina del otro costal y no era mi intención hablar de ello, cuando he empezado a escribir.



(Para quien tenga curiosidad las fotos están hechas en Cuenca en el paseo que hay alrededor del río Júcar)

                                                          

Para que se vea que el lobo no miente... dejo constancia de que cada flecha es distinta. y sobre mi nueva afición.



(Por cierto la fotógrafa es... Quimera, al Cesar lo que es del Cesar)