Al cabrón de la guitarra

Jodio Ricardo Arjona.

Compañero de madrugadas cubiertas de humo y sabor a café con ron.

Ladrón de momentos, tus letras son como trozos arrancados contra mi voluntad y a la fuerza.

Conductor de taxis, amante de señoras pasados los cuarenta, observador de desnudeces.

Llegaste tan tarde como yo a sentir, descubriste el miedo ante la pérdida de la comodidad.

Decías conocer, y descubriste que lo que buscaba era un mentiroso.

¿Quién no conoció una Marta en su vida?

No era Argentina, pero era la diosa de la Discoteca, y como las mariposas a la atracción de la luz brillante, termino quemando sus alas.

De cada historia una canción, de tus canciones el espejo de mis sentimientos, mis frustraciones no reconocidas.

Oírte es como ponerme a la fuerza delante del espejo cruel que me enseña, me muestra mis carencias, me recuerda mis sueños, y me dices:

Qué voy a hacer conmigo... Si el idiota del espejo suele ser mi único amigo...

Compañero de paseos nocturnos, diciendome al oido que...

Amarte a ti me hace sufrir, que es buena suerte,

Para acordarme de que existo y de que siento,

Para tener en que pensar todas las noches, para vivir.

Amarte a ti es un veneno que da vida.

Cabrón eres bueno... mucho.

Te he visto dominar un escenario, como quien enciende un cigarrillo.

Arrancar a las palabras partes de mis sentimientos

No se si darte las gracias o insultarte gravemente

Por haberme descubierto ante los demas con tus letras.

Por revolverme los sueños y darles la vuelta.

A veces me da la sensación de que hemos visto los mismos tugurios.

No me sorprenderia nada verte en el barrio Chino de Barcelona con tu guitarra acuestas.

O haberte visto en unos billares de Madrid, usando el taco con el cigarrillo en la boca.

No se si es bohemia lo nuestro o inconformismo

Pero tienes la ventaja de dejar con tus letras la vida al desnudo ante los ojos de muchos.

Seguiras sonando en mis oidos por mas que a veces como dice alguien

Sienta un nudo en el estomago