Ayer fui al espectáculo del circo.
Desde hace meses tenía una entrada para ver el Circo del Sol.
Tengo que reconocer, que no era algo que me entusiasmara, por variadas razones.
No soy de circo.
Nunca me gustaron.
Y luego porque llevaba conmigo toda una romería de gente, y soy yo más de individualidades o grupos reducidos de dos.
Yo para no variar monotemático.
Luces, música y artistas (lo son y buenos) crean un espectáculo elegante... Y digno de verse.
Barroco en esta ocasión, donde los vestuarios y las luces crean un ambiente de época y de circo trasnochado.
Esa imagen esta maravillosamente conseguida.
Es una ópera de juegos malabares y acrobáticos, condimentado todo con unos buenos músicos y un juego de luces muy trabajado y estudiado.
Atletas de los dos sexos, dominando una pista de circo ovalada.
Y un ritmo que no da espacio al aburrimiento.
Una carpa abarrotada de gente de todo tipo, familias enteras, amigos en grupo y alguno que otro solitario/a.
Hace años que conozco por referencias el Circo del Sol, o como le llaman en todo el mundo El Cirque du Soleil.
Todos los comentarios leídos y oídos me hablaban de su espectacularidad y belleza.
Pero tengo que reconocer que me ha sorprendido.
La gente que trabaja en el circo es amplia en número, me ha sorprendido la cantidad de gente que mueve.
Todo funciona como un reloj de precisión.
Músicos, artistas y técnicos, por no decir vendedores o acomodadores.
Jóvenes casi todos, y cachas la mayoría… lo que hubieran disfrutado algunas viendo tabletas de abdominales.
Injusto por otro lado, ellas iban vestidas en demasía hasta para hacer equilibrios imposibles.
Números de circo aparentemente, pero hecho por gente que proviene del deporte de elite y se les nota.
En resumidas cuentas…
Si tenéis oportunidad de poder verlo.
Os lo recomiendo.
¿Lo peor?
Aparte de que me falto algo durante toda la tarde (no fue culpa del circo)
Es que no pude hacer fotos… perdí una gran ocasión porque la plasticidad del Evento es enorme.