Tres días…de pasión y cinco de vacaciones.

Madrid esta vacío, pero aclaremos el dato.

Está vacío de madrileños… estos andan por las costas, por el norte, por el sur y por toda aquella comunidad autónoma que ofrezca cualquier aliciente… ósea todo el territorio Nacional.

Como contrapartida, Madrid, se ha llenado de turismo de otras comunidades autónomas.

Los hoteleros se frotan las manos, el 90% de ocupación, las terrazas llenas y las provisiones  de cerveza agotándose, hasta la cruzcampo, eso ya en si mismo es una muestra que en vacaciones uno bebe cualquier cosa.

Lo que esta claro es que tanto ayer como hoy, el tiempo a tardar en los desplazamientos para venir a mi trabajo, se ha reducido de manera considerable.

Tanto es así… que hoy llegue con media hora de adelanto al horario previsto y habitual.

Y no es que yo sea un fiel currante y aplicado.

Solo es que los atascos y las aglomeraciones en los días normales son tales que es imposible la circulación por la ciudad.

Luego sobre las once, tanto los guiris nacionales como los lugareños invaden las calles céntricas.

No me digáis que estar de vacaciones, para cambiar el taller o la oficina, por el corte ingles o los centros comerciales, no tiene delito.

Eso si, las previsión meteorológica, augura que… a los fieles, beatas (dicho con todo el respeto) y adictos a las procesiones se  les van a fastidiar tales eventos.

Con lo que, la cerveza se agotará de nuevo.

En la calle donde esta ubicado mi centro de trabajo, acudirán los trabajadores municipales, para limpiar las calles,  quitar todo el mobiliario urbano que impide el paso de la procesión, esto ocurre todos los años.

La procesión es lo primero.

Una de las más famosas de Madrid gracias a la televisión.

Según alguno de mis compañeros, los que han visto el citado suceso. 
Es todo un espectáculo, dada la estrechez de la calle.

Los costaleros sudan y se lo curran a base de bien.

Algún año vendré hacer fotos eso si puedo llegar al edificio, porque horas antes la policía municipal cierra los accesos a estas calles, por el numero de gente que se amontona en estas calles estrechas.

Pero desde los balcones de nuestros despachos, tendría un sitio en primera fila.

Será cuestión de pensárselo.

No tengo yo muchas fotos de personajes devotos, hace un tiempo, estuve en Sevilla y la verdad es que devotos… pille pocos.

Tendré que seguir intentándolo.

Por las fotos dejémoslo claro