Sin parar apenas

Paso de largo Algeciras, es una ciudad muy pequeña por lo que veo desde la carretera.

Y pasando la bahía, a continuación una gran explanada y la celebre verja. No hay mucho que ver solo el peñón a lo lejos y la bandera británica lo cual tiene su gracia.

Pero eso es otra historia.

Tengo ganas de conocer Gibraltar, desde que leí una novela de Arturo Pérez Reverte...La Reina del Sur.

Parte de la Novela transcurre allí y tiene que ser curioso de ver.

Precisamente por su pequeñez...

Un día haré esa visita... Es una promesa.

Una pequeña ciudad digamos que fuera de la ley o del orden establecido.

Donde los bancos pueden ser muy ciegos ante según que empresas o negocios.

No es literatura barata, es una tradición de piratas.

No es que los Gibraltareños sean piratas no, pero la ciudad tiene su propia vida.

Y su situación Geográfica y política, convierte a unos pocos metros en un sitio como poco especial.

Uno, debería tener tiempo para ir parándose en sitios que a simple vista parecen tener cosas que enseñar y mostrar a los viajeros.

La realidad es que no hay tiempo casi nunca para poder respirar ambientes desconocidos y sobre todos de pueblos sin nombre reconocido por toda España.

Una de mis asignaturas pendientes, sería hacer una galería de rostros de gente de toda la geografía española.

Mi cueva va llenando sus paredes de fotografías mías.

Por ese lado voy cumpliendo un sueño bastante antiguo.

Y tengo un lugar especial para esa galería, otros ponen fotos familiares y a mi me gustaría poner rostros de gente curtida y que llamee mi curiosidad.

Eso si... Tienen que ser retratos.

Manías de lobo mayor... Nunca mejor dicho.

Veo a los coches hacer cola para pasar el puesto fronterizo, mientras me fumo un cigarrillo.

Mis pensamientos se pierden mirando al infinito, con el Peñón como figura decorativa.

Sin darme cuenta es la hora de comer y mi estomago parece una guitarra desafinada.

Buscaremos algo para engañarla de regreso a Tarifa.

No quiero entrar en Algeciras, buscare una gasolinera que tenga bar o restaurante y aprovechare para comer y echar gasolina.

Mientras me como un filete dicen que de ternera (dejémoslo así) y sus consabidas patatas fritas.

Uno va rumiando que el viaje esta llegando a su fin, que tengo que ir pensando en regresar.

Pasare la tarde en Tarifa, mirare camisetas y demás abalorios y esta noche me tomare un ron de esos, que me ha gustado a mi tanto.

Aparte de despedirme de mis nuevos amigos y su bareto.