domingo, marzo 24, 2013

Pues

Una vez en el coche, decido que ya mirare lo de las camisetas por la tarde.
Hace una buena mañana y quiero yo pasear por la playa.
Salgo de Tarifa y antes de ir a la playa que me han recomendado quiero acercarme a una que estuve hace mucho tiempo intentando hacer fotos.
Ese día, soplaba el Levante del carajo que diría uno del Pozo del tío Raimundo. 
De tal manera que hacia daño la arena de la playa, alfileres clavándose donde encontraba carne.
La playa por lo que recuerdo era interminable y preciosa.
Una cosa son mis recuerdos y luego otra lo que nos encontramos.
Llegue entonces a ella por casualidad y espero encontrar hoy la entrada.
Era una entrada pequeña, que durante unos 300 o 400 metros no se sabia bien donde se terminaría el camino.
Luego había una gran explanada y había sitio para aparcar los coches.
Una separación de troncos y luego dunas, antes de llegar a la playa.
Eso es lo que recuerdo y ahora lobo a usar tu sentido de la orientación.
Por lo que recuerdo (y mi memoria va siendo igual que la de los políticos) tengo que ir en dirección a la cabaña y en el momento que pueda cambiar de dirección, antes de llegar a la montaña,  la entrada esta en dirección a Tarifa.
Probemos esta a ver...
Pues va a ser que no, joder lobo eres un urbanita de la leche.
Tu te pierdes ya hasta en la Plaza Mayor.
Venga no te cabrees, ni te pongas nervioso, prueba con otra a ver.
No creo que le hayan puesto una cadena al camino.
Será una finca privada o algo así.
A la tercera la vencida por fin, ya estamos aquí.
Mas o menos como lo recordaba yo, la luz es distinta, la otra vez era por la tarde y el sol caía rápidamente.
Y hoy el sol refleja la arena... todo esta mas brillante.
La playa es larga muy larga.
Y por no haber, ni una jodida gaviota hay.
Tampoco una tabla que llevarse a la cámara... Esta visto que este viaje las cámaras van a regresar descansadas.
Pero apetece andar por la playa, limpia de restos y de gente.
Esto si seria una medicina eficaz para el stress y no la medicación que manda la seguridad social.
Uno quiere que en momentos así, se pare el tiempo, no importa lo que has dejado a tras.
Solo son unos pequeños momentos pero que yo pienso que todos necesitamos vivirlos.
Luego vendrá el recordar que has dejado en la cueva, los problemas o la falta de soluciones.
El día a día la monotonía de que todo sea igual.
No se, si hay una época en la que todo lobo se vuelve intolerante con lo normal, no admitiendo las cosas porque tienen que ser así.
Eso solo va en perjuicio de uno mismo,
regresa lobo a la playa, no estas para perder ocasiones como estas.
La playa es larga como dos kilómetros de larga (soy malo para las distancias) y unos cuatrocientos de ancha o mas.
la arena es rubia y muy fina.
Recuerdo sobre mi piel, su contacto hiriente y pertinaz, hice la foto me costo, vaya si me costo.
Sin darme cuenta he llegado al final de la playa y es el sitio donde uno fuma un cigarrillo y respira profundo y piensa en lo bonito que es vivir y todo eso que dicen en los libros y las películas.
Yo sin embargo me puse a pensar en la vieja Loba, en sus últimos días y los que la quedan.
En como la edad desgasta tanto, que nada es igual a los recuerdos.
es un cigarrillo que me hace pensar en lo rápido que suceden las cosas.
Aquí surge mi lado de lobo jodido (fotógrafo dirían otros)
Uno ya no busca los porque de las cosas, se pregunta así mismo
el porque de sus decisiones.
Esto me suele ocurrir en momentos así...
Una situación casi de paz absoluta, me lleva hacerme preguntas molestas para mi mismo.
Ósea que ponte las pilas tío y regresa al coche despacio disfrutando del sol y del rato de mar que tanto echabas de menos.
Pásate por una playa mas, por si ves algún despistado con su tabla y si no, pues te puedes acercar hasta el Peñón para echar un vistazo.
Una vez en el coche con un cierto mal sabor de boca por todos esos pensamientos que no han sido arrancados del todo.
Uso a los AC-DC como si su música pudiera silenciarlo todo.
Mientras salgo por el camino de arena pongo en el navegador Peñón de Gibraltar para que me lleve sin problemas y no me pierda en cualquier rotonda de esas puestas por los concejales de urbanismo que son todos unos eruditos por si no os habíais dado cuenta.
Según el aparato este, tengo que llegarme hasta Algeciras y luego llegarme hasta el Peñón, este aparato es muy listo me dice que tardare una hora. y son las 11'30 ósea que me dará tiempo de sobra.
La carretera por lo que parece va por el interior, el mar cuando se ve solo se ve lejos.
Pues sigamos con los ruidosos como les llamaría Q y haber hasta donde llegamos.

No hay comentarios: