Sin escribir…

Llevo varios días oyendo y leyendo que no escribo.

Me preguntan si me pasa algo, estoy enfadado, si soy un jodio indómito,  afirman, que no me pone las pilas nadie.

Cierto, hace tiempo que no escribo.

No, ni tan siquiera para mí.

En otros tiempos, una carpeta ha guardado mis escritos, hasta que aburrido de ellos han sido borrados en el mejor de los casos, o dormido el sueño de los injustos en el peor.

No es que mi cabeza pare, ya me gustaría darla vacaciones.

El caso es que no me surge el momento ni tema que traeros aquí.

Mis sueños se han hecho más personales.

Y también es cierto que algunos se han entendido como provocaciones, cosa que seguiré sin entender mientras este lugar exista.

¡¡A lo que vamos lobo que te despistas!!

La primavera hace estragos en los cuerpos, se llama astenia privameral creo.

Una bajada de no se que endorfinas (como si yo tuviera de eso) por la llegada del buen tiempo.

Si es que nunca estamos contentos.

El caso es que aparte de alguna contractura en la espalda (el tiempo pasa y los cuerpos lo notan) y un descontrol con la ropa  (hoy camiseta, mañana jersey)

No me puedo quejar.

He intentado superar lo que el cambio climático traía con el.

Rabias y deseos no conseguidos… aparte.

De estos últimos podría yo dar una clase magistral por lo larga he intensa.

Pero no es mi intención compartirlos ni exponerlos a la luz no sea que se quemen más.

Una semana santa, que permitió vivir la realidad.

Donde por momentos, aprieta y ahoga hasta lo indecible, con el convencimiento de saber lo que uno quiere y desea.

Algún paseo por la ciudad, eso si sin pruebas fotográficas en mi poder.

Y algún viaje que otro de corto periodo y corta estancia (muy corta)

Y a eso se reduce todo, podría escribir de sueños como otras veces, no cesan, cada vez más gráficos, mas necesitados.

Pero luego aquí las reacciones se disparan y no esta el horno para bollos.

Prefiero que determinados lectores se aburran a que tengan luego carnaza para sus noches aburridas…

Ojo no se de nadie por aludido, solo los interesados por los malos de los cuentos.

Que haberlos, los hay, como las meigas y los vigilantes que no es profesión y si afición.

Lo dicho, en cuanto tenga yo tema interesante, volveré a traerlo delante vuestro, para vuestros desayunos o meriendas.