A golpes de tecla.

Llevo varios días escribiendo a retazos.

Ideas…y ninguna buena

Unas veces, sobre una tormenta que me permitió andar por los viejos barrios de Madrid casi a solas.

Esta mañana aparte de mis despertares que suelen ser monográficos

Leía los titulares de la prensa y oía la radio del conductor del autobús.

Huyendo de las primeras planas de los periódicos…

No hay nada nuevo… crisis, paro, jueces dirimiendo los derechos electorales de otros, asesinatos de estado, fútbol y bodas de sociedad.

Me siento como esos sin techo, que viven en los soportales de las viejas casas de Madrid.

Okupas a tiempo parcial de las puertas de las entidades bancarias.

Cuestión que no deja de tener su gracia, si no fuera por la crueldad de la vida.

Por la mañana entra y sale el dinero, por la noche, pernocta la necesidad, campea el alcohol para que traiga un supuesto olvido.

En resumidas cuentas… elucubraciones sobre la soledad.

Puede que tenga que ser así, que las circunstancias me lleven a ver las cosas desde otro punto de vista.

Que no este de acuerdo, con como se me cuentan las cosas.

Que no crea en los llamados pilares de la democracia…

Que no me interesa la sociedad, tal como se anuncia en los medios de comunicación.

Que sea consciente que es lo que quiero, como lo quiero y sobre todo con quien quiero.

¿Lo que quiero?

Tan difícil de lograr, que a veces dan ganas de perderse en la parte más sombría del bosque y no ver ni ser visto.

Otras salir a la luz y ponerme enfrente del mundo y gritar (aullar en mi caso) y decir basta.

Pero no se consigue nada aullando, solo avisar a otros lobos y otras manadas.

Tengo que soñar mas a menudo, me gusta mas escribir sobre sueños, que sobre lo que no me gusta.