Se supone que hoy es un día corto.
Como el valor en el ejército, se le presupone, que debería ser un día cómodo y agradable.
Corto en horas laborales y despreocupado en el resto del día.
Pero… como a mi me gusta llevar la contraria, en algún gen rebelde debe estar la culpa.
Hoy esta siendo interminable.
Desde el despertar, aun de noche.
Con el canto de los jodios mirlos (han invadido el lugar donde vivo) hasta ahora mismo,
A mi regreso de un café entre teléfonos, correos electrónicos y facturas.
El tiempo parece estancado, como si los segundos se adhirieran para no pasar.
Y aunque mi rodilla, me recuerda el lugar donde estoy, mi imaginación y mi reflexión no esta con el resto.
No esta siendo una buena primavera, el tiempo como en los toros no acompaña.
Y luego la mente del lobo anda dispersa entre stress y las dificultades que producen la necesidad.
De entre la música que pirateo, un Álbum que apenas recordaba de Deep Purple, y una canción del todo olvidada que os dejo, When a blind man cries
A mi me gusto siempre y como dice la letra…
“Encontramos una razón para las cosas que teníamos que hacer”.
Y si no hay razón, o no se hace…
“si te vas… cierra la puerta”
Desde muy joven luche por ganarme mi puesto, no el puesto que seguramente otros pensaban que era el mío.
Prevaleció lo que me fue pasando y me forjo, para llegar a este momento.
Soy esto, el que ahora mismo escribe las palabras que salen y se agolpan en mis dedos sabiendo que hoy mas que nunca... El lobo no debe aullar.
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