lunes, agosto 16, 2010

Tensiones

No es el fruto de una noche sin sueño…
No, algo en mi acumula tensión, y lo noto antes que nadie.
Por pasos… hoy fui al Ayuntamiento de mi pueblo, por una multa que ni siquiera era mía.
En el otro lado, funcionaria al uso, ese tipo de personajes de que la administración no se equivoca, y cuando se equivoca tampoco lo hace.
Jefa de tres al cuarto, que no patea el municipio a no ser en las fiestas del pueblo y para mí que tampoco.
Era un asunto perdido, pero aquí se empeñaron en que había que ir.
Cuando el ciudadano protesta, se ve de repente atado por una madeja de normativas y papeles, que no tiene porque dominar, y mucho menos conocer.
Y ahí está la trampa…
Reconozco que este tipo de gente me saca de quicio y al final termino mosqueado conmigo, más que con nadie.
Y ahí empieza lo que me preocupa, tengo que canalizar toda esa tensión de alguna manera, pierdo la razón por las formas, cuando contemplo la estupidez o me quieren tomar el pelo.
Antes lo hacía, esperaba el momento, y lo hacía fríamente.
Y no tengo la justificación de la edad, a mi no me vale.
Canalizar tensiones de años, de problemas pendientes, sé que no es tarea fácil.
Desde la tercera operación de la rodilla, me faltan armas para defenderme, mi actividad física se redujo tanto, que no me quedan mis viejos recursos.
El hacer esfuerzo físico siempre me sirvió para dominar mis instintos y canalizar el resto de reacciones.
¿Solución?
Jugármela, regresar a los viejos hábitos, mi rodilla, peor no creo que pueda estar, solo puede romperse del todo, lo cual a estas alturas, no sé si es bueno o malo.
No, no exagero, las otras operaciones fueron con resultado negativo, y no podían hacer más porque la lesión no les permitía mas movimientos (nunca lo entendí, como al que le duele es a mí).
Tampoco voy a regresar a las Artes Marciales… ese tiempo se acabo.
Lo que más echo de menos, es escalar, eso sí, ahora llevando algo más de peso, una cámara en determinadas escaladas siempre fue algo que me falto.
Pero, coger forma y elasticidad para poder defenderme, es un curro de la leche, a veces me acerco a un rocódromo que hay cera de mi cueva a ver a los chicos entrenarse.
Puffff entre la envidia, y ver lo que hay que hacer para llegar a coger esa fuerza en los brazos y los dedos.
Acojona un poco.
(Pero coño deja de protestar)
Es evidente que así no vas a mejor, busca la solución Lobo.
Me queda el recurso de apuntarme a un Gimnasio y entrenar, la parte buena es que lo mismo consigo alguna tableta (de esas que tienen tanto éxito en determinados ambientes) o me toca una entrenadora personal de buen ver.
No lo sé… pero, es cierto que algo tengo que hacer.
Como últimamente controlo menos que un ludópata en una máquina tragaperras, se me olvido contar el resultado de la reunión con la funcionaria.
Este fue que el expediente sigue su cauce, y yo pedí una reunión con la concejala pertinente.
Vamos que la historia continua

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A lobo flaco no le faltan pulgas, je je, bah.

Lobo dijo...

O le sobran, o le sobraron.
¿Tendré que dar un curso de la pronunciación del bah?
Va a ser que si, noto demasiado los acentos