viernes, julio 16, 2010

Madrugada

Es madrugada…
La terraza abierta, apenas se escucha sonidos de la calle.
Lees… el libro tiene que ser bueno, tiene toda tu atención.
De vez en cuando debes notar mi mirada sobre ti, porque levantas la cara y sonríes
mirándome.
¿Es una promesa lo que llevas escrito en tus ojos?
No queda más tabaco en la cajetilla y me levanto a por una nueva.
Al pasar por tu lado no puedo evitarlo suavemente un beso rápido, pero lleno de sentido.
Me siento orgulloso de sentirte, ver tu respiración relajada, da la serenidad y la paz que tanto tiempo he estado buscando.
Solo la luz de la lámpara de lectura ilumina la habitación y el reflejo de los ordenadores en la esquina.
Descalzo llego a la terraza, enciendo un cigarrillo busco a la Hermana de los Lobos, la princesa de la Noche.
Nadie como ella conoce mis sueños mis pensamientos y mis más pequeños deseos
Le hago un guiño de complicidad, ella sabe, oyó tantas noches mis pensamientos más pequeños.
Necesito café… ron y un beso suyo.
Giro sobre mis pasos y cuando miro la habitación todo gira en mi cabeza
Es la sensación de haber logrado mis más locos deseos.
Solo dos pasos hasta la cafetera… el único artefacto que dómino en la cocina, con el abridor de cervezas…
Sigues leyendo pero eres consciente de lo que pasa por mi cabeza.
Tu sonrisa y tus dedos siempre te delataron.
Pero no voy a correr… Es como beberse un vaso de whisky de Malta hay que disfrutarlo despacio.
Me siento en el suelo, a tu lado… junto al vaso que bebes y reposo la cabeza junto a tu brazo.
No quiero mas solo notar tu presencia a mi lado.
Solo suena la música, nada impide sentir calma y presencia.
No me atrevo a moverme…
¿y si todo esto es un sueño?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes que estaré contigo verdad?
Todo el tiempo.


Quimera

Anónimo dijo...

Simplemente un regalo que nunca espere... mis respetos para usted, cada dia me sorprende mas!!