Comienzo

Te veo venir por el pasillo… me hablas, algo dices
Pero, no puedo oír tu voz, el hecho de por fin tenerte en la cueva
Siendo ya la dueña de la cueva, la idea me trastorna.
No se si sonrío, o mi rostro refleja emoción alguna
Pero te juro que mi corazón amenaza con salirse de mi pecho.
La cueva es tuya cada rincón tiene ya tu olor y tu personalidad en cada detalle.
Así lo quiero, solo un rincón para una mesa y mis ordenadores, una estantería llena de libros amontonados y Música en los altavoces sonando.
Una pared llena de fotos… tuyas en blanco y negro.
Tus formas, tus gestos... tu sonrisa.
Al fin llegaste a mí y al pasar por mi lado, atrapo tu cintura.
Sorprendida te echas a reír, desde atrás te abrazo y te apoyas contra mi pecho
Mientras mis labios besan tu cuello y tu pelo tapa mi cara.
Mis dedos rápidos cuando escriben, se vuelven lentos entre tu ropa.
Rozan tu piel despacio, muy despacio, tocando, llegando a tus pechos.
Noto como cada beso en tu cuello, es respondido por tu cuerpo tensando, endureciendo.
Cada vez te aprietas más contra mí…
Giras tu cara y me prestas tu boca, no te la devuelvo la quiero toda.
Atrapas mis manos las sujetas….
Lentamente, las llevas, las ordenas, las diriges….
Lentamente, bajan sin prisa.
Lo conseguimos paramos el tiempo como tantas veces fue hablado.
Llegan y someten, acarician, tocan.
Recorren cada espacio, cada poro, se humedecen… De calor, pasan a tener fiebre todas gracias a ti.
No aguantas mas, apoyas con tus manos en la pared y te ofreces es entrega es compartir.
Y nada puede parar que quimera haga realidad el mejor de mis sueños.