Soledad acompañada

He escrito mucho estos días.
Mucho de ello, no verá la luz jamás, en todo caso quizás algún día… Alguien lea… tal vez.
Hay soledad en la cueva, el calor es asfixiante.
¿O son mis pensamientos y mis deseos quienes no me dejan respirar?
Lo único que tengo como posesión, es una llamada perdida.
Que me dice... la vida es irónica
¡¡una llamada perdida!!
Si no fuera por el calor hasta me echaría a reír.
Esa es mi posesión más preciada.
No tengo ganas de subir fotos de visitar los sitios habituales… tampoco habrá demasiada gente y la que este.
Probablemente quiera seguir jugando al juego de enfrentarse al lobo.
Absurdo juego ¿no se darán cuenta que no me interesan?
Que lo que ellos pretenden no lo tendrán porque no juego si no quiero, y ciertamente nada más lejos que querer jugar.
Me aburren, no quiero exhibiciones, de algo que me parece hasta de mal gusto.
Y no es que yo me haya vuelto selectivo, no, lo que pasa es que lo vacio y lo que no me aporta, no me interesa.
Y mi interés hoy y en muchos días está al lado de un Mar en calma que apenas se mueve.
En la arena tirado esperando poder ver.
Sé que mi búsqueda no tendrá fin pero la ansiedad por tener no es menor al contrario.
Porque hoy se algo, que este tiempo atrás no sabía… mi deseo, mi espera es el mismo que existe en otro lugar.
Que habrá alguien que quizás quiera lo mismo que yo, que busque y necesite encontrar
Que hoy paseara por la noche y miro a la luna buscando respuestas y recibió las mismas que yo