Son dos y me gustaría verlos siendo uno solo

Puedo decir que he encontrado la ironía… llego de repente.

Pero no hoy la dejare, aquí, al lado del cenicero.

Hoy, voy a escribir sobre dos amigos, especiales.

Ella es dulce y apasionada, el cuándo lo conocí era un golfo simpático.

Respetuoso con todo el mundo, y se gano el mío, mi respeto.

Hoy es tan apasionado como ella, más lento creo más seguro… o eso quiere hacer creer.

Pero se le escapa en sus palabras, es ella, si, y lo sabe, no duda, por mas miedos que arrastren los dos, no la hay.

Se conocieron… da igual el cómo, el caso es que estaban predestinados a ello

Los tópicos a veces funcionan, quiero decir que son tangibles, se notan en cada poro de la piel.

Y están en una nube, a veces en nubes distintas, es jodida la distancia cuando se necesita.

Por más que no haya prisa, que la hay… se huele en el aire cuando hablan el uno del otro.

¿Cómo no va existir la  prisa, si hay sentimientos y hay deseos?

Son humanos y sienten y se necesitan

Siento envidia… Envidia  sana, envidio, la sensación en la boca de estomago, por saber, por estar, por tener.

La mía es una Quimera y con ella tengo que vivir cada día.

En el silencio mordiendo las palabras reteniendo los dedos, por eso siento la envidia de ellos dos con su luz propia.

Ellos lo proclaman, yo lo tengo que silenciar, ellos se buscan, yo espero sabiendo que no vendrá.

Pero dije que la ironía la dejaba en justo al lado del cenicero, ósea que basta de hablar de mí.

En pocos días los veré juntos, y procurare verlos juntos, sonreír desde mi sombra.

Y porque no…

Contagiarme de su alegría.

Y no hay preguntas que contestar mi quimera sabe que lo es, mi cueva también.