Algo funciona mal

Hoy, me ahorre un tramite burocrático gracias a Internet .

Tenia que hacer una gestión administrativa y creo que logre  evitar desplazarme y hacer una cola de un par o dos de narices a la intemperie.

Cosa que agradezco, uno no tiene cuerpo para la niebla y el frió a estas horas de la mañana.

Y mas con la deuda que tengo yo con el sueño y el descanso.

Es algo que me preocupa aunque no lo digo en voz alta.

El lobo nunca es que durmiera mucho, al menos en cantidad, en calidad es otra cosa, lo que dormía lo hacia de forma intensa y sin parones.

Así funcionaba y me valía.

Hoy ni cantidad ni calidad

Las noches son largas, leer, jugar al póquer, escribir son actividades que pueden servir como recurso, valen una vez, dos, pero no mas.

La NBA es otro de ellos pero hasta ver tíos de dos metros saltando llega a ser aburrido si lo haces día tras día.

Joder me hago mayor... he perdido la afición a ver tetas por Internet,

con lo que yo fui...

Escribo en los dos blog, uso el tiempo, pero mis musas deben estar en la cola del paro como el resto del país.

A estas horas tenia yo previsto un  viaje, cambiar de aires y lo mas importante... estar donde quiero estar y con quien quiero.

Pero uno pone las ganas y luego las realidades te ponen donde les da la gana a ellas.

Ósea que se plantea otro fin de semana, de esos que aterrorizan a los lobos.

Me dedicare a buscar a las musas perdidas, o a recopilar todo lo que voy escribiendo a veces de forma compulsiva y no termino nunca.

Es curioso, tantos ordenadores en la cueva me permiten ir escribiendo retazos de textos que no termino nunca.

Cuando sea famoso o alguien me eche de menos y no este, podrá leer todos estos escritos y comprobara que el lobo estaba como una puta cabra.

Eso si no me da un día, por juntarlos y al leerlos comprobar que nada de lo dicho le interesa a nadie y borrarlo sin remedio.

Lo dicho comienza la cuenta atrás de un fin de semana de esos que odio con todas mis fuerzas.

Y como no estoy acostumbrado a escribir para los blogs a estas horas de la mañana, voy a prepararme un café y pondré la televisión para  ver donde se esconde el presidente de este país tan curioso que es el mío.