Visitantes

Veo que la gente sigue visitando este antro.

Los motivos ya son harina de otro costal.

Supongo que habrá lectores de todo tipo.

Amigos, no tan amigos, infiltrados, curiosos, gentes del mal y buen vivir.

No quiero levantar polémicas, pedir la opinión sobre que es para cada uno, el buen vivir.

No es que tenga yo mucho que decir o quejarme

La prueba es que después de que…. Llevo días sin escribir…

Bueno, digamos mejor…

Sin poner nada en el blog, escribir, escribo pero nada digno de leerse

Todo muy farragoso y complicado como soy yo.

El caso es que llega la primavera, o eso parece

Los cambios climáticos, nos están vacilando en los últimos años con toda impunidad.

Tanta lluvia, tanta bajada de temperaturas.

No puede ser bueno ni para el campo.

Hay que empezar a cambiar, pantalones, por faldas cortas

(Sí, cortas,  porque para que sean largas… mejor no cambiar)

Que regrese el imperio de las camisetas escasas y ajustadas, siempre  siguiendo fielmente las modas.

Que eso de la moda me parece a mi, un tema “mu serio”

Tallas aparte por supuesto

Espero que se siga respetando la máxima de que cuanta menos tela mejor.

Ayer un Príncipe de orejas grandes y su esposa.
Duquesa plebeya (tengo en tendido) de un país mas o menos lejano.

Recorrían el Madrid de los Austrias,  llenándolo todo de guardaespaldas y policías a su paso.

Los colegios habían llevado a sus alumnos uniformados, eso si hablando la lengua de Sakespeare.

Que para eso llevamos a los niños a colegios europeos que coño.

Durante un rato, la vieja Plaza mayor perdió el encanto, demasiados trajes y corbatas.

En los cielos de Madrid, helicópteros sobrevolando la zona.

Vamos que hasta las palomas, reinas de la plaza tuvieron que buscarse otro sitio para mendigar las migas de los bocatas de calamares diarias.

Hoy en el Madrid monumental los guiris y ellas, han salido a la calle como si de un hormiguero se tratara.

Se nota en los semáforos, se nota en las terrazas de los bares de la zona.

Mapas del centro de Madrid en sus manos, mochilas cargadas de botellas de agua,  los acompañan, de la Puerta del sol, a la explanada de de la catedral de la Almudena.

Un paseo por los jardines de Sabatini (recomiendo a los visitantes lo recorran con calma) y  porque no.

Al que le guste y tenga curiosidad por  lo Egipcio, a un corto paseo El templo de Debod.

Lo que es completamente cierto es que hoy, el sol y los guiris, (sobre todo las guiris) alegran las calles.

El ruido y los colores son otros, diferentes a estos meses de atrás.

No se si habrá fotos que hacer en la calle, supongo que si.

Cuando salga a comer, llevare la cámara espero que no este de huelga.

Y en el peor de los casos, me siento a leer un rato sentando en cualquier columna de los soportales de la Plaza.