Que mas da quien seas...

No hago una a derechas… está claro.

Soy arisco, indómito y hay veces que según quien, puedo ser duro y de hierro.

Y no sé si soy todas esas cosas… tampoco me voy a poner a discutirlo.

Sé donde están mis colmillos, donde muerden, donde dejan marcas.

Solo tengo que mirar mi boca al afeitarme y verme en el espejo.

Tengo la marca de los colmillos, que a este paso se convertirá en un tatuaje más de los míos.

Sé donde de donde sale mi rabia

¿Cómo no voy a saberlo?

Y hoy más que nunca me da igual los comentarios de todos.

Disculparme esto lo digo con todo mi respeto… hoy no elucubro, uso mi casa para aullarrrrrrr a la puta lluvia.

A las mil madrugadas buscando sin encontrar.

A los ceniceros llenos.

A mis deseos.

A mis sueños.

No necesito a nadie para joderme mi propia vida.

Me basto yo solo...

¿Lo he dejado claro?

Empecé muy joven, si fuera por horas echadas casi se podría decir que tengo varios Máster en la materia.

Muchas preguntas sobre mi vida me han hecho, y muchas respuestas por dar.

¿Pero merece la pena?

Todo se reduce a buscar y equivocarse… ya sé que eso le pasa a casi todo el mundo.

Pero mi egocentrismo me prohíbe, considerar eso un atenuante para mis propios errores.

Cuando la seguridad se adueño de mí, cuando deje de cometer errores… descubrí que llegue tarde.

Que tanto tiempo perdido, en tugurios, con malas o buenas compañías, me hizo perder todos los trenes que salieron de la estación, partieron sin mí.

He roto mi palabra, mi pequeño compromiso, tuve que salir y sin darme cuenta me encontré en la Laguna.

Necesitaba la oscuridad absoluta, el batir del agua contra la orilla como un tam tam  disonante.

Pensar si es que aun soy capaz, y algo debe quedar.

Porque envidio la capacidad de otros, su auto disciplina para dejar la puerta cerrada.

Salir sin más, dejando las cosas hasta que llegue la luz.

Lo admiro, si, ojala yo fuera capaz de dejar las cosas así, en vez de permitirles venirse conmigo a cualquier lugar donde yo vaya.

Y ando perdido… el humo ya empieza hacer efecto… de nada valió irme y dejar la ventana abierta.

Cuando me fui los dedos estaban sueltos, los deje escribiendo en el aire.

Al menos eso sirvió… no quiero escribir mas sobre mi rabia.

La esconderé, volveré al silencio… llenare de respuestas cortas regalando tranquilidad.

¿No es eso lo que se espera de mí?

Porque si no es eso… no tengo otra respuesta.

Otra vez en blanco mis dedos agarrotados, sin saber continuar… desobedeciendo a mis pensamientos.

Son ellos esta noche quienes no quieren repetir mis palabras dictadas.

Y tienen razón tristemente

¿De qué sirve decir cuando no se pueden cambiar las cosas?

Cuando es suficiente tener a los demás tranquilos, creyendo, siendo…

Vivir mentiras, enterrar sueños, y ocultar deseos…

Lo dejo aquí… volvió la rabia y esta noche esta pertinaz.

Voy a ver si me hago con ella o terminara conmigo.