Noche de Sábado en el sofá.

Duermes, por fin lo has conseguido.

La tarde no ha sido buena para ti, no te ha dejado en paz, el dolor de cabeza.

Luego estabas incomoda, pensando que yo quería salir y por el dichoso dolor no nos hemos movido de la cueva.

No, lo único que me inquietaba era tu molestia, te pusiste a leer y no podías concentrarte.

Y aun así intentabas aparentar normalidad.

Hasta que viniste a ocupar tu sitio en el sillón, justo a mi lado.

Yo haciendo que miro la televisión pero mi pensamiento y mi atención está en ti.

Así ha sido desde que tengo memoria y apareciste en la cueva.

Pero eso no te lo diré, es un pequeño secreto mío.

El día ha sido desapacible y el invierno se va acercando lentamente, imponiendo su ley.

La niebla se ha hecho dueña de las calles y de los parques.

Y tu cabeza lo nota, por eso te incomoda tanto.

Me pierdo en divagaciones, pero cuando me dijiste…

¿Me haces un sitio contigo?

Casi se me escapo un grito diciendo siiiiiiiiiii

Llevo esperándolo toda la tarde, a veces me da miedo agobiarte con mis caricias o mis besos.

Prefiero que vengas, busques poner tu cabeza en mi pecho, y te quedes quieta, me hables y me cuentes.

O simplemente te quedes callada, pero dejándome sentirte.

Mis dedos acarician tu cara, pero solo unos instantes, luego despacio masajearon tus sienes buscando calmarte.

No ha debido ser mala idea porque poco a poco te has ido relajando.

Y no me canso de notar en las yemas de mis dedos tu piel.

Te has quedado dormida un buen rato… yo no me atrevo casi a respirar, no quiero romper tu sueño.

Aparte de que estos momentos para mí son un lujo, poder tenerte así, y mirarte sin parar después de tantas luchas para conseguir tan solo poder verte

Ahora tenerte así… es como si alguien hubiera hecho magia y me llevara en volandas a cumplir mis mejores sueños.

Perdido en mis sensaciones y mis pensamientos, no me he dado cuenta de que te has despertado y me miras sonriendo.

Cuando te voy a preguntar cómo te encuentras.

Sin dejarme hablar levantas la cara y me besas despacio y muy suavemente.

Y al oído me dices ¡¡Te quiero!!

Sin respiración pero respondiendo a tu beso, nada puede impedirme que haga lo que más me gusta en este mundo.

Con unas ganas locas de pellizcarme para comprobar que estoy despierto, paralizado ordenando mis sensaciones, lo que pasa por mi cabeza y por el cuerpo del Lobo.

Y como si te entrara toda la vitalidad de repente te levantas de un salto y me dices venga jodio lobo vamos a prepararnos un café.

Sin esperar respuesta te vas a la cocina.

Debo tener una foto… mientras te miro andar, cara de gilipollas seguro que se me ha quedado.

Miro alrededor como buscando despejarme del impacto del beso y de lo que sentí mientras duraba.

Me levanto despacio y me doy cuenta que tengo los brazos dormidos por la postura.

Pero qué coño, después de tenerte así

¿A quién le importa un brazo más o menos?

Puesto en pie pongo música y me encamino tras tus pasos.

Otra vez la misma sensación parado en quicio de la puerta, me quedo mirándote mover, buscando los filtros del café.

Notas mi presencia y guiñándome un ojo me preguntas

¿Esperas que se haga solo el café?

Y por fin reacciono.

(Estaba yo cogiendo complejo estúpido a velocidades supersónicas.)

A ti lo que te pasa, es que no te acuerdas donde los has dejado esta mañana cuando vinimos del supermercado listilla.

Venga deja yo lo preparo…

Y mientras abro la puerta del armario aprovecho para agarrarte de la cintura mientras buscas las tazas y el azúcar.

Y rápido esta vez por fin, si, beso tu cuello y le doy un pequeño mordisco.

Te sujeto contra mí, y para disimular mis ganas te digo… por cierto tengo que hacerte una proposición luego.

Y te das la vuelta y con esa cara que siempre pusiste, me preguntas ¿Sí?

Yo tragando saliva deprisa, bueno una no, dos

¿Cual quieres que te diga primero?

Y sigues con la cara esa, que vi siempre aun sin tenerte delante… y como aprendes rápido.

Continúas con las preguntas.

¿Tu cual quieres?

Mujer yo prefiero primero ducha y luego lo que venga detrás.

¿De acuerdo tomamos café o lo dejamos?

(Jodia como aprendes de rápido)

Tomemos café.

Que luego me dirás que no te doy descanso.

¿Te tengo cansadito lobo?

Tú sigue apretando al lobo y veras tú lo cansado que esta él.

Riéndote, mientras te das la vuelta y coges la taza de café, venga date prisa que el café no tiene que durar mucho esta noche.

Y mientras me cuentas la segunda proposición.

Ok venga tu vete al sofá y espera que yo te lo llevo.

Mientras la cafetera cumple con su cometido… el hacer café.

Eso si despacio como la madre que la pario, yo voy dándole vueltas a la segunda proposición.

Una vez la cafetera cumple con su misión lleno las dos tazas y me dirijo al sofá.

Mientras tú buscas con el mando a distancia del Ipod la música que te gusta a ti.

Mientras enciendo un cigarrillo, te miro peleándote con el artilugio de mack, para encontrar las canciones que te gustan.

Me siento a tu lado y sigo mirándote… y aburrida me pasas el mando a distancia y mirándome con cara de niña buena.

Jejejeje anda ponlas tu.

Sabes de antemano que se las canciones que quieres escuchar.

Mientras suena Arjona me miras y me preguntas ¿me vas a tener mucho más tiempo esperando la segunda proposición?

Yo pensaba que con la primera te conformarías, pero ya veo que no.

Eso me lo vas a decir en la ducha y pegado a mi lobo jodio.

Vale, vale… espero que cumplas tus amenazas y no se quede en solo palabras.

Venga ahora en serio, quedan días para las Fiestas ya lo sabes.

Según hablo te pones seria, se lo que pasa por tu cabeza, antes que casi lo pienses.

Y por eso te digo, para, para no va por ahí.

Noche buena y Navidad está claro cómo y con quien las vamos a pasar, iremos a tu casa tranquila, estaré encantado de verte con tu gente mandando tanto como mandas aquí.

Además sabes que yo en tu pueblo tengo fotos pendientes que hacer, hace tiempo me retaste a hacerlas y es una buena ocasión para el reto.

Eso no hace falta ni discutirlo, me pongo en tus manos esos días.

Yo pensaba en Noche Vieja, cuando dormías pensé en cómo podíamos pasarlas.

Tenemos las posibilidades que queramos, pero dos me parecen las mejores.

Cogemos el coche y nos vamos a una playa, o bien y esto era lo que estaba pensando.

Por ser el primer de año celebrarlo en la cueva y me podría ser una buena idea organizar algo un poco especial.

Y para eso habría que pensar y organizar algo que tengo en la cabeza.

Mientras tienes la taza cerca de tus labios, me miras como intentando adivinar por donde va mi idea de cómo pasarla.

A la playa nos escapamos cualquier fin de que queramos, a mí también me gustaría estar esos días en la cueva.

Sería como la inauguración pero en una fecha algo especial.

Por eso te lo propongo, por hacer algo que nos apetezca.

Podemos pasarla con gente especial para nosotros y enseñarles la cueva donde nos hemos escondido

¿No te parece?

Decidido entonces… la pasaremos aquí.

Dado el primer paso, recordé la primera proposición y dado que en mi taza el café ya ha desaparecido.

Mañana si quieres concretamos mas lo que he pensado, pero es que ahora tengo yo urgencia por ir a la ducha que allí tengo yo un asunto pendiente contigo.

Dejando la taza sobre la mesa te pones de pie y te dejas caer sobre mis piernas.

Y con la cara de no tan niña buena, , me preguntas…

¿Me tengo que desnudar yo sola?

Y como este es un blog respetable… lo de la ducha lo dejo a la imaginación de cada uno de los lectores.

Lo de la Noche Vieja, quizás mañana escriba sobre la idea que tengo.