sábado, diciembre 04, 2010

Lo que rodea la Madrugada


¿Querías saber que rodea al lobo?
En parte ya te lo dije, pero no está de más que conozcas donde habitas tantas madrugadas interminables.
Una habitación rectangular, con dos colores en las paredes y techo. Amarillo claro y azul también claro.
A mis espaldas como has visto alguna vez… una estantería donde hay de todo.
Libros en su mayor parte, de todo tipo, técnicos de diseño, novelas, tratados de artes marciales, de fotografía, de música.
Una mini cadena  de música que apenas uso, botellas de whisky y ron.
Dos cajas de madera donde guardo mis cámaras y objetivos cuando están en reposo. 
Algún recuerdo de armas de artes marciales, como una katana y algún otro recuerdo de tiempos muy lejanos. 
Luego a continuación otra estantería más pequeña donde están los CDs olvidados porque ahora solo uso los discos duros como fuente de música. 
Y las viejas cámaras de fotos que como ya se sabe, intento coleccionar.
Una mesa de estudio donde reposan tres ordenadores y los discos duros, aparte de un sinfín de cosas como pendrives (lápices de memoria) que suelen ir conmigo a todos lados, en los bolsillos de los pantalones, tabaco y mecheros varios.
Alguna taza de café, y los ceniceros que siempre están casi llenos.
Junto a la pantalla del ordenador principal vamos a llamarlo así, cinco discos duros, que contienen todo mi haber, música, fotos y libros.
Y dos altavoces, los cuales no tienen descanso cuando yo estoy en la cueva.
En la pared que está enfrente de mí hay fotos en la pared impresas de no muy buena calidad con la impresora del trabajo, todas en blanco y negro.
Bolsas de deporte, y mochilas reinan en la habitación dos sillas una siempre llena de trastos, y luego la que castigo con mi peso horas y horas.
A mi derecha una ventana casi siempre abierta por el humo del tabaco, que da a uno de los aparcamientos de la urbanización donde vivo
A mi izquierda un armario empotrado como si de una torre de Babel se tratara, donde se guarda casi de todo, herramientas en sus cajas respectivas, ropa de deporte, chaquetas y mas mochilas son una constante.
En la puerta del armario un viejo poster donde se habla del lobo en España por zonas geográficas.
Junto al armario, un extractor de humo encendido siempre, que evita que la habitación se convierta en una chimenea de Altos hornos con el humo.
Dos lámparas de mesa, y poco más.
Este es el resumen rápido de lo que me rodea.
Bueno miento, ahora mismo me rodean más cosas, tu recuerdo está ahí justo delante mío en la pantalla brillando al formarse las letras del escrito.
Sobre deseos no voy a hablar ¿para qué?
De ello hablo siempre.
Preguntas rondan siempre mi cabeza, distintas pero en el fondo iguales siempre.
¿Y tú?
Tus propias preguntas las que te acompañan y se conocen menos.
Esas que dicen…¿qué harás hoy cuando amanezca?
¿Buscar donde no estoy?
¿Deambular sin rumbo, buscando ocuparte y sobre todo que no se note…?
Pero tu cabeza no te obedece, vuelves regresas una y otra vez al recuerdo.
A tu necesidad en una palabra.
¿Donde está, que hace y con quién?
Son constantes como el latido de un corazón cualquiera, o sonido de las agujas del reloj.
Y buscas la manera, de decir, de ser oída a cientos de kilómetros.
Como si fuera posible la magia
¿Qué haces lobo?
Esto era para que se conociera que te rodea cuando la madrugada es la única reina.
Ósea que como ya has hablado de la cueva… va siendo hora que te despidas hasta otra ocasión

2 comentarios:

enamorado dijo...

Algun dia, en cualquier lugar, la encontraras.

;p dijo...

y digo yo...no pue ser posible esa magia...???
besitos lobo