sábado, diciembre 04, 2010

¿Hacia donde vas?


Te fuiste… pero te dejaste aquí parte.
Mi necesidad…
Y cuando te llevan lejos, arrancándote de mí, se lleva a ratos, y como se puede
Hasta cuando nos medio enfadamos… no intervenimos nosotros, es como una hoja de papel movida por el viento caprichoso, subiendo y bajando por los relieves de una calle llena de papeles.
Intentando confundirnos, convertirnos en masa amorfa, en cualquier papelera de la calle.
Aprendo de ti, busco como llegar y quedarme cerca.
Como lobo me rebelo a cada paso que doy en dirección contraria donde en verdad necesito estar.
Es la lógica, salida de la imaginación y los condicionantes de otros la que me retiene de ir tras de ti.
No soy dócil… me parieron sin el condicionante de la obediencia de las masas, me rebelo contra lo instaurado por la costumbre.
No acepto las cosas por que sea lo que se espera de mí, prefiero entregar una sorpresa por pequeña que sea a cambio de tu sonrisa.
Aunque sea a cambio de tu sorpresa… o tu miedo.
Porque se, y lo aprendí contigo, tu curiosidad no te deja vivir hasta no descubrir el motivo de lo que te hace pensar tanto.
Negar lo ineludible no funciona, con miedos o sin ellos, y si lo evidente es lo que se es, o lo que se siente, mucho menos aun.
En la cueva esta tu lugar, y te costo reconocerlo, negarte tu propia evidencia es algo que hiciste, y hay momentos que te aferras a ello.
Y aun sabiendo que tu necesidad es habitarla y compartirla, el viento que mueve el papel te hace partir una vez tras otra como un bucle maldito.
Cargada de sentimientos encontrados, dejando vacios negros y oscuros en el lobo.
Te alejas, obligándote por lo aprendido a lo largo de tu existencia, a no mirar atrás, porque cuando lo hagas una vez.
Volverás sobre tus propios pasos, dejaras tu maleta en la puerta, y ya no te irás.

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