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Después de releer lo que escribí esta mañana.

No sé si pedir perdón a los que por aquí andan, o directamente borrarlo integro

No entiendo muchas partes de lo escrito por mí, bueno sé lo que quise decir, por explicarme mejor

No sé si es la falta de sueño, mi deuda de horas de sueño con la cama o el sofá…

Es mayor que la deuda del tercer mundo con los países industrializados.

Con la diferencia que yo no tengo materia prima para la explotación de los poderes fácticos.

Y hoy, hasta el teléfono esta aburrido, dejándome en manos de las facturas y justificantes de pago.

Vamos una tarea emocionante arriesgada esta de teclear cifras y porcentajes.

Empecé escribir esto hace horas y todavía no soy capaz de continuar con esto.

Me estoy cuestionando a quien ayuda esto de escribir y elucubrar en público.

Hoy en estos momentos me cuestiono firmemente que valga para algo.

Agradezco todas y cada una de las palabras de apoyo y como alguien dijo ayer en un comentario.

Las fotos a veces son mejor que cualquier texto… mi expresión se asemeja a ese lobo con los colmillos afilados.

Ahora bien, no sé si contra esos pertinentes enemigos, o contra mí mismo por mis equivocaciones recientes.

Sé que nada se acaba de repente, todo cumple un ciclo en esta vida.

Y los ataques, las rabias y los odios hacia a mi persona, no se acabaran por que ese sea mi deseo

Más bien al contrario es más que probable que se agudicen, no me preocupa, es mas lo espero.

No pueden sentirse satisfechos, no les salió del todo bien el ataque.

Pero hasta aquí hablar de ellos, no me interesan sus problemas o sus neuras contra el lobo.

Pero yo he cometido errores graves, y dañando a otros, y tengo que pagar por eso.

Debo hacerlo, porque trae consecuencias y no me gusta producir dolor y daños a quien quiero.

No puedo dar vuelta atrás… ni puedo, ni creo que el dolor se borra solo con intenciones y palabras.

Cuando uno defrauda a alguien se crea desconfianza y con ella no se puede vivir.

Por más que uno cambie y rechace lo hecho y no se vuelva a repetir.

Es como un hilo a punto de romperse en un peligroso equilibrio constante.

No me llena la rabia de ayer eso está claro… el enfado es conmigo y ahí soy mucho más exigente.

Y lo que es peor no tengo remedios en mi poder, siempre es más fácil ayudar o ver soluciones desde fuera.

Pero esto tengo que arreglarlo solo…