domingo, octubre 24, 2010

Ultima historia…



 
Sonó el teléfono en mi casa…
Yo estaba en mi habitación, y oí a mi madre llamarme a gritos.
Jaime es Pedro Luis,
Voyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
Era un viernes por la tarde, recién comido me solía quedar sopa hasta las 9 la noche más o menos.
¡¡Dime Pedro!!
Jay (de ahí viene mi Nick) a mi padre le han entregado esta mañana el coche, y estoy pensando en que podíamos ir a probarlo.
Joder… ¿el 1200 SPORT? Ostias tio claro que si
¿Llamo a Esteban?
Ya lo hice yo…
De puta madre… ¿dónde vamos?
A Navacerrada, el aparcamiento de Venta de Arias estará Helado esta noche.
Vale… entonces a las 9 quedamos tomamos algo y nos piramos para la Sierra.
Así eran las cosas con mi amigo Pedro Luis.
Y fuimos, y derrapamos horas por el aparcamiento del alto de Navacerrada.
Compartimos el coche de su padre, (siempre pensé que si su padre supiera el estreno que tuvo su coche, hubiera terminado en el hospital del disgusto)
A todos nos gustaban los coches y correr con ellos, pero el parecía beber gasolina, mientras nosotros bebíamos cervezas.
En dos años hicimos muchos kilómetros siguiendo todo el campeonato de España de Rallyes.
El nacimiento de Carlos Sainz entre otros.
Ahora que nadie me oye… yo me aburría algo de ver pasar los coches por una sola curva.
Yo prefería las neutralizaciones, que era ir de un punto a otro de los tramos, siempre con el tiempo justo para verlos pasar.
Noches de termos de café caliente, preparados por nuestras madres con el consabido, por dios ten cuidado hijo estáis locos.
Con Pedro Luis y Esteban hice mi primera conducción legal con carnet en el bolsillo.
Al puerto de la Cruz Verde fue esa primera salida legal
Luego apareció la afición de hacer fotos a los coches, cuanto más cerca de la curva mejor.
Luego el tiempo me ha enseñado que mil veces pusimos la vida en peligro por hacer fotos que tampoco eran nada del otro mundo.
Eso si… me quedo en la sangre el amor a las cámaras.
Podría contar mil anécdotas de esos tiempos, algunas graciosas otras menos.
Curiosamente uno tiene el recurso de aislarse o buscar salida a su culpabilidad y no quiero eso para mí.
Hoy ha sido un mal día, o algo mas, lleno de lecciones por otro lado.
Y no voy a buscar consuelo… ni voy a descargarme de todo lo que soy responsable dejando escribir mis dedos y haciendo participe a nadie de lo que ahora mismo siento.
Se acabo eso…
Quiero aprender las lecciones que da la vida, sea a fuerza de verme a mí mismo tal como en verdad soy.
No, no me gusto nada… abstenerse por favor de comentarios al respecto
No tienen importancia hoy ya no.
¿Sentir, soñar para qué?
¿Donde lleva?
Supongo que a días como hoy, pero basta de esconderse… negándose las evidencias no se llega a parte alguna.
Pido perdón, y lo hago en público, he complicado la vida a mucha gente.

3 comentarios:

enamorado dijo...

¿Perdón?
pedir perdón no sirve de nada
cuando el daño esta echo
de que vale un perdon
perdonense a si mismos
que ya la vida los ira perdonando
mejor decir
olvidando
todo no se puede perdonar
tampoco olvidar
las cosas son mas simples
de lo que la hacemos
siento lo de tu amigo
alli iremos todos
mas tarde o mas temprano

Anónimo dijo...

Muchas de las personas que han sido parte importante de nuestra vida han desaparecido. Cada una de ellas han dejado algo en un rincón de nuestro corazón. La lección más importante a aprender es que hay que disfrutar de cada momento y compartir nuestras tristezas o alegrias con esa gente que de verdad merece la pena y decirles a menudo lo importantes que son para nosotros. El resto sobra.. los mensajes postumos , los actos de homenaje... las dedicatorias.
El corazón habla y se expresa mucho mejor que nuestra cabeza. No hay que pedir perdón a nadie. Si has querido y lo has demostrado con tus actos, aunque hayan sido insignificantes, es lo que cuenta. Si tú fuiste feliz con una persona, eso es lo que compartiste y de lo que os beneficiasteis los dos.
Sé lo que es sentir la sensación de no haber dicho lo suficiente.. pero a veces las palabras sobran..

Anónimo dijo...

Que fácil es cuando se habla por boca de otros, pero que dificil es decir cuando nos toca a nosotros.