miércoles, marzo 09, 2011

Espera





Se hace difícil el camino para llegar aquí todas las mañanas
No es por el trabajo que me espera, por muy rutinario que sea a veces
El agotamiento es profundo, vengo con la Madrugada a cuestas, y tu ausencia presente.
Ando por las calles con el peso de la necesidad y el pensamiento de cómo sería todo.
Muchas veces pienso que soy masoquista, pero…
¿Cómo evitar pensar y necesitar?
Anoche tenía disiparme, no quería trasladar mi estado de ánimo
Ya es bastante difícil como para encima echar más cosas encima.
Llega la primavera, y la posibilidad de viajar ir a sitios donde hacer fotos.
Conocer sitios, sentarte en plazas de pueblos centenarios.
Lo hice muchas veces, recuerdo muchas de esas plazas y alguna cerveza observando a la gente pasar por delante mía.
Con un solo pensamiento en mi cabeza.
Poder compartir esos momentos.
A veces los recuerdos regresan a mí en cascada, recuerdo plazas en pueblos de… Guadalajara, Teruel, Salamanca, Cuenca, Cádiz.
Casi todas plazas pequeñas en las que he estado sentado a veces a pleno sol sin notarlo sobre mi piel.
Observando y buscando en mí, explicaciones creíbles para mi soledad de entonces.
Nada me puede gustar más que ver a la gente de esos pueblos andar sin prisas por sus calles.
O tomando el sol en los soportales de la Plaza del ayuntamiento.
En día de diario, un tipo como yo, es objetivo de la curiosidad de los vecinos.
Un tipo con una mochila y algunas veces con una cámara de fotos en la mano despierta el interés de los lugareños.
Uno está ya acostumbrado y sabe que después de los primeros minutos la atención se olvida.
Y cada cual pasa a interesarse por sus propios asuntos.
Ese es el momento para robar alguna foto, hay rostros dignos, no de una foto, de muchas más.
Caras curtidas por el sol y por el clima convierten en algunos casos esos rostros en mapas del paso de una vida.
Intento pasar desapercibido cuando las hago, intento no molestar y que no sean conscientes del robo de esa fotografía.
Hay veces que he perdido la ocasión, eligiendo no molestar al protagonista de mi atención.
Una vez más los recuerdos y los deseos han surgido mezclándose sin apenas darme cuenta.
No sé si algún día mis cámaras se rebelaran…
A veces, al limpiarlas parecen decirme sácame de la funda y vamos tu puedes.
Pero…
¿Hacia dónde caminar?
Pensándolo… llevas mucho tiempo esperando, las iniciativas, las decisiones de otros marcan tu tiempo, tu día no está en tu mano.
Al lobo no se le debe ver, si se le nota llama la atención las miradas van en su dirección regresa, tapate… Y espera
No tienes ganas de colgarte la mochila, perderte en una plaza de Pueblo, esperando robar una foto.
Acercarte a una iglesia románica perdida en una sierra
¿Para qué?
¿No son todas iguales?
No lobo, no lo son y lo sabes, has visto muchas y cada cual distinta a la anterior y la siguiente estará en cualquier otro rincón perdido.
¿Esperas también que llegue la ilusión por volver a los caminos?
No sé, solo sé que ahora mismo cuando escribo estas letras sigo esperando.
¿Hasta cuanto lobo hasta cuándo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sería fácil responder, desde una visión absolutamente personal.

Pero un día me enseñaron que inmiscuirse en asuntos personales sin pedir permiso.. llega a ser incluso hasta grosero.

Por eso, según escribia, decidi guardarme mi opinión.

Siento ocupar espacio, para no decir nada.

Al menos que estás letras sirvan para desearte una buena madrugada y que en el fin de semana, que está cerca, encuentres la manera de hacer cosas de las que disfrutes plenamente.

Lobo dijo...

Pues... Muchas gracias
Intentare hacerte caso y encontrar una salida.
Un Saludo.