¿Que te pasa lobo?

Al lobo no le pasa nada… es lobo eso es todo.

No puede estar mucho tiempo entre humanos, no le van sus juegos, y menos las trampas a corto y largo plazo.

Explota tarde o temprano, a veces solo por una gota que resbala por el borde del vaso lleno.

Otras por el caudal incontrolable de un rio.

Da igual de una forma u otra, explota como lobo… algunos de los lectores, en parte conocen algunas historias que le van ocurriendo, pero casi nadie la totalidad.

Bueno miento, hay quien conoce la totalidad, ese poder tiene, nada se le ha ocultado de lo que ha ido ocurriendo en el último año o quizás algo más.

Al lobo le pasa que el invierno se le echo de golpe encima, y cambia el pelo y sus colmillos.

Ve y aun viendo, ha estado callado, había motivos y más que importantes para ello.

No es el stress que existe en el cuerpo del lobo, e irá aumentando antes de finalizar el año.

No son decisiones importantes, que ha tomado después de años sujetando situaciones que creía que debía sujetar por el interés de terceros importantes para él.

Llegado el momento, las tomo, acepto y tiro para adelante, ahora se busca su vida.

Si su vida… de eso lleva hablando el lobo meses.

De lo que quiere y está seguro de necesitar.

Pero sus nervios los tiene que controlar, no es bueno estar nervioso cuando uno tiene enemigos.

Se reciben golpes que de otra forma no se recibirían.

Aunque sé que mis enemigos, siguen buscando formas y maneras de atacarme… Recientemente un ataque más… Ridículo por la espalda y a traición.

Si solo fueran contra mí… sea, aunque fuera por la espalda, dos cicatrices físicas dicen que no serán las únicas

Pero me descontrola que usen otras mañas, malas mañas y hagan daño a terceros.

De las trampas de algunos se desde hace meses, catalogan al lobo de lo que ellos saben más que yo.

Lo irónico de todo es que me quieren llenar de etiquetas de las que ellos llevan sus cuerpos cubiertos.

Soy más simple que todo eso… lástima que los que me conocen sepan de antemano quien es el lobo, y hasta se rían cuando les llegan poniendole etiquetas al que escribe.

No me interesa su juego, ahí se quedan con él, les ignoro, no fueron importantes antes, menos ahora.

Un error cometí, pero no va más lejos que eso, un desliz sin más.

Creí ver en alguien, algo de lo que carecía por completo, resulto más cutre que ir de compras a un barrio gitano (con todo mis respetos a los gitanos como raza, pero sus mercadillos son cutres que le vamos hacer)

Y si, la mejor definición que encontré es CUTRE

Eso sí, le reconozco tesón, no se cansa, cuanto menos caso haga el lobo más rabia surge en su interior.

Y si sigue por ese camino aumentara, porque día tras día me interesa menos que haga o deje de hacer.

Bastante tiene con mirarse todos los días a los ojos cuando se levanta.

Se puede engañar al mundo, pero a uno mismo sintiéndolo mucho… va a ser que no.

La soledad aun viviendo en manada, la puede llevar cualquiera y sentirse aplastado por su peso...

Y este es el caso.

Yo no me gusto, y eso arrastrare el resto de mi vida, pero aprendí a vivir con ello.

No busco venganzas, ni ataco las espaldas de nadie, al contrario suelo ser vehemente cuando peleo pero siempre a la cara.

Es hasta probable que visite el umbral, ya no me sorprende nada.

Pues otro problema añadido a sus espaldas… porque ni dejare de decir quién soy, ni me va a interesar una disputa grande o pequeña con ellos.

Leerá que tengo sueños y me matan mis ansiedades y mis deseos.

Pero me siento vivo como nunca, y las dificultades las asumo.

Si, hay días que no puedo con ellas.

Pero siempre surge el paso a paso y cada día... medio paso más.

No es un espejismo, ni algo etéreo ni volátil que se disipara con un golpe de viento.

No, tiene raíces y tan profundas son, que han llegado donde jamás nadie entro en el interior del lobo.

Y asusta a quien causa tales cosas en el Lobo, eso lo sé y lo descubro todos los días.

Pero de nada vale mentir o esconderlo.

Dependerá de que aprenda a eliminar los miedos, o elegirá otro camino lejos de la cueva del lobo

Yo ante eso, no tengo poder, ni tan siquiera podre cambiarlo.

Pero mientras hay posibilidades, y esperanzas, no habrá rendición por parte mía.

Lo que tengo entre mis manos y en mi interior vale demasiado como para dejarlo partir o rendirse.

Esa es la única verdad del lobo.