viernes, diciembre 10, 2010

El espejo y el Lobo


El escrito anterior fue escrito a cachos… suelo hacerlo.
Entre llamadas de teléfono, y el trabajo escribo un rato y luego continúo, es como si liberara mi mente.
Pero los cachos de hoy, no fueron escritos así… había otras connotaciones.
No importan cuales, el caso es que lo termine como salió... de la celebración de comprar mi capricho entre comillas o sin ellas.
A un paseo rápido por el ambiente de una Plaza Mayor desierta y abandonada.
No sé qué hago, dejo los dedos y ellos mandan en la dirección que quieran.
Hoy ahora los voy a controlar, no me apetece decir, hay que parar eso.
Estoy cansado, acabo de escribirlo en un correo, no de la crisis, no de la sociedad, tampoco de la ministra de la economía.
No, estoy cansado de mí, del lobo que busca desde la luz deslumbrante, hasta el rincón más oscuro.
Como si pretendiera cambiar algo… ¿el destino?
¿Pero coño lobo tú crees en el destino?
No he creído estar nunca predestinado, cada cicatriz de mi cuerpo me la debo a mi mismo, que decir de las otras de las que me marcaron mas y profundamente.
Stop, no sigáis interpretando lo que leéis libremente.
Cuando digo estoy cansado de mi… hablo sabiendo lo que digo, no busco palabras suaves para mi… iría contra mí mismo, contra quien soy.
Acumulo a lo largo de mi vida, yo creo que una de la lista más largas y extensas de adjetivos calificativos.
No me importa, para desesperación de unos cuantos, no me importan los adjetivos, ni las pegatinas…tampoco los grafitis.
Hace algún tiempo en este mismo sitio en el umbral mi definición propia era esa.
Soy el grafiti en la pared donde dejar el adjetivo o la pegatina donde llamarme o decirme quien soy.
De hecho me aficione durante un tiempo a fotografiar grafitis algunos lo sabéis.
Esta es la demostración más palpable de que mis dedos andan por libre… de mi cansancio, a fotografiar grafitis.
Parece que hay un mundo, no lo hay no.
Cuando me he puesto delante de un grafiti…
He intentado ver que se me estaba diciendo.
Toda forma de expresión tiene un mensaje que si te fijas consigues ver tarde o temprano.
De todas las fotos que tengo de grafitis… para mí hay una que siempre preferí antes que cualquier otra.
Es algo que en el fondo, no tiene que ver con mis creencias.
Pero en el momento de hacer la foto tal como la hice al crucificado le añadí una perspectiva mía propia.
Era como si se desplomara contra el suelo, o eso pretendí al hacerla.
Así de cansado estaba entonces el lobo y el cansancio de hoy se parece bastante aquel.
Con los brazos atados y cayendo hacia el suelo
No hubo romanos que me ataran, ni me claven en madero alguno.
El desconocimiento del lobo en cosas tan sencillas como soñar o sentir…. Le atan ante sí mismo.
Y se desplaza hacia un vacio el suelo en el caso del grafiti.
Es la sensación de cuando rápelas el primer salto por más cuerdas que tengas, sientes ese vuelco de duda.
Llamémosle miedo si se prefiere, siempre dije que yo no tengo miedos, y es una verdad a medias.
Digamos que yo ante los miedos reacciono de una manera casi diría que agresiva, enfrentándome a ellos sea como sea.
A nadie se le puede pedir una locura semejante… entre otras cosas porque los motivos que yo tengo son eso… mis propios motivos.
Y la historia para explicar eso, sería tan larga como mi propia vida.
Hoy descubrí que, mi pretendida valentía no deja de ser algo mucho más prosaico…. Pura y llanamente egoísmo.
Y lo he tenido que descubrir andando por un parque, sin apenas respiración, cierto que en mi ambiente.
En la sombra fuera de la luz de las farolas… pero eso no ha impedido que el descubrimiento fuera impactante por su propia luz.
En un momento dado, un yonqui se acerco a pedirme algo, no le entendí… solo le dije ahora no tengo nada y hablo por teléfono.
Pues bien… no se que ha visto en mi cara, yo si se lo que vi en la suya.
Lo he visto otras veces… él ha visto al lobo
Si de ese que hablo tantas veces, y se ha convertido en un apelativo cariñoso.
No, no lo es y lo había olvidado.
Cuando la gente que me aprecia me llama lobito, no sabe qué tan lejos esta de la realidad.
Soy lobo y me lo gane, solo yo sé a cambio de que.
Que tuve que entregar a cambio para serlo.
Hace un rato alguien me dijo, donde estas lobo, no se te ve por los sitios habituales.
Déjate ver…
Conteste la verdad de lo que estaba haciendo
Me he puesto delante de mi propio espejo, y escribo.
Por eso mis dedos están escribiendo de esta manera, tal vez confusa para quien lea.
Pero nítida para mí… estoy viéndome de frente tal como he sido mucho tiempo.
Como son mis dedos quienes escriben y no yo… diré lo que me acaba de pasar.
Sonreí, no de una forma amable, y si bastante irónica.
Mi hija hoy ya una mujer, por no me acuerdo que motivo, me vio una vez tal cual me ha visto el pobre yonqui hoy.
Y después de un silencio largo… dijo con su voz pero muy bajito
Papa asustas solo mirándote… no solo a quien no te conoce a mi me has asustado nunca te había visto así.
No lo ha vuelto a ver, de eso me encargue, y a conciencia, no puedo mostrar eso a quien quiero.
Querer… esa es la otra parte de la cara del lobo.
¿Sabe el lobo hacer semejante cosa?
Dudo que después de tanto tiempo huyendo de eso, ni lobo ni humano sepa, ni tan siquiera tenga práctica.
Puedo hablar de lo que yo quiero, de lo que no quiero hacer, de lo que no necesito y de lo que ansío a mi lado.
¿Pero eso es válido?
¿Que tu lobo lleves más de la mitad de la vida sin sentir algo así, tiene que entenderlo quien se cruce en tu camino?
Si no sabes aprende, y si no aprendes, no hagas cargar a nadie con tu desconocimiento.
Mi concepto tiempo es igual de personal que el resto de las cosas.
Sé que se agota… mi tiempo, sí, eso asusta a algunos, pero no le estoy poniendo cantidad.
No lo que pretendo, es que lo que me resta... por fin sea algo que,de verdad, deseo y quiero.
Sea mucho poco o nada.
¿Lobo estas justificándote?
No, hacer tal cosa no es lo que pretendo, es intentar comprenderme a mí mismo.
No quiero a obligar a nadie a acompañar al lobo, no sería justo para nadie.
Como no soportaría jamás obligar a nadie, a hacer algo en contra de su voluntad y sus verdaderos deseos
En eso soy más tajante que nadie, en esta tierra de humanos y lobos.
Estoy agotado y ya mis dedos apenas pueden acertar con las letras.
Este escrito quizás lo quite mañana o pasado cuando lo lea yo mismo.
No sé de qué puede servir a nadie su lectura… pero será colgado ahora.
Aunque es más que probable, que su estancia en el umbral de la sombra, no sea larga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada cual vive su vida como quiere, eso lo aprendi hace bastante tiempo, tambien es verdad que el tiempo pasa muy deprisa... mejor no mirar atrás, no merece la pena, lo que importa es el ahora el ya, el momento. Las cosas se dan o no, tampoco importa, lo malo mejor pasarlo pronto, y lo bueno si es posible conservarlo en todos los aspectos de la vida.
¿Quien ha dicho que sobrevivir es fácil? como tu dices, que se te juzgue o no, que desesperes a veces por que muchas personas no te entienden... tampoco importa mucho, es tu vida, eso hace mucho tiempo que tambien lo aprendí.
¿Eliges vivir? si... como tu quieres y a tu manera.
Hace algunos años, alguién muy importante en mi vida, me dijo que yo no creia en el futuro, malo... muy malo, porque si no se cree en el futuro no se puede tener ilusiones, y consejo que me dio... y estaba moribundo, que la vida era muy bonita, que merecia la pena vivirla, que tenemos que seguir, para ver crecer a nuestros hijos, nietos, que la vida según hay espinas tambien hay caminos de rosas, que viviera los pequeños momentos, que no los olvidara nunca, y que tuviera siempre una sonrisa que el se iba, pero era feliz, por lo que habia conseguido.