Lobezno III

Estos fueron algunos de mis comienzos…

Tengo que pedir perdón, mis recuerdos no son cronológicamente exactos, los recuerdos acuden a mi cabeza de forma anárquica.

Mis padres para controlarme algo me enviaron al Canoe a ver si nadando se me apagaba la fogosidad y llegaba a mi casa cansado.

Pero a los pocos días de empezar a nadar, descubrí que me aburría.

Me puse a investigar y descubrí el campo de baloncesto y con ello el deporte que más me ha gustado siempre.

El caso es que en vez de ponerme el bañador, al llegar a la piscina dejaba la bolsa con el bañador y la toalla, debajo de una escalera y me iba  a ver entrenar a los equipos de baloncesto.

Después de varios días haciéndolo, uno de los monitores se acerco a mí, y me pregunto qué hacía que me había visto varios días en las gradas del campo.

El caso es que le conté que me gustaba más el baloncesto que nadar.

Y él me dijo, mañana vuelve y trae un calzado apropiado para poder entrenar.

Salí a la calle dando saltos de alegría, hasta que me di cuenta que ahora tenía yo que explicar a mi Sra. Madre que la piscina y yo, solo para tomar el sol, y que me tenía que comprar unas zapatillas de baloncesto.

El caso es que después de más de dos horas de intentar que comprendiera el cambio cedió por aburrimiento y fuimos a por unas zapatillas, lo de las botas ya era para ricos.

Empecé así mi andadura con el deporte de la canasta.

Fui jugador y termine como entrenador, me ha dado muchas cosas buenas, momentos que no olvidare, también muchas lesiones y una lesión crónica de rodilla que me hace las delicias en mis días aburridos.

Luego mis caminos fueron variados.

En el instituto no sé si por el destino, o porque no podía ser de otra forma.

Mi camino se diversifico como si de dos personalidades distintas tuviera.

Ya con una edad en teoría más adulta, pero en la práctica al menos la mía, lejos de la realidad

Hay partes de esta época sobre las que no voy a escribir nunca, ni quiero recordar tampoco.

Si, conocí a varios personajes pintorescos, que me inclinaron en una dirección u otra según fueron apareciendo.

Desde un grupo de seminaristas Vascos (en dos de ellos siempre tuve la sospecha que tenían que ver con la izq. mas extrema del país vasco)

Pasando por una relación con una profesora de Física y química nada docente en el sentido literal de la palabra.

Aunque reconozco que aprender aprendí bastante.

Como dije en el escrito anterior que de esas cosas… Es mejor pasar de la forma más sigilosa posible.