En busca de una imagen perdida.

Empujo los días para que llegue el día 1, coger la mochila y largarme de Madrid.

Pero los muy cabrones empeñados en andar despacio.

No importa tarde o temprano, saldré a carretera y al menos durante un tiempo intentare dejar el stress, las Huelgas generales, facturas y correos electrónicos detrás de mí.

Hace no mucho, pensaba usar este viaje para estrenar, una nueva cámara de fotos

Como dirían algunos que conozco, un capricho mas del Lobo.

Pues sí, me había hecho yo ilusión, visto lo visto, la cámara será la de siempre.

Tampoco pasa nada, el viaje que tengo pensado, en si mismo tiene alicientes suficientes y variados, como para sacar alguna foto buena y algún que otro momento relajado.

Quiero ir a zona de cortados y ver el Cantábrico desde arriba.

Y si es posible llegar al macizo de los Picos de Europa, regresar a sitios donde estuve.

Potes, Fuente Dé, Camarmeña, Torre de Horcados Rojos etc.

Son pocos días y tendré que seleccionar lo más factible.

Unos por distancia y otros porque sabiendo que ya se acabo el tiempo de las cordadas, será difícil evitar el cabreo y la impotencia de no poder repetir alguna que otra escalada.

Por otro lado, sentarme en el malecón de un puerto como Tazones, oyendo batir las olas puede compensar cualquier cabreo por grande que sea.

En sitios así cuando iba hace muchos años, pensaba… lastima no llevar una cámara, que fotografía se podría sacar de este sitio.

O ese personaje, me gustaría robarle esa expresión con una foto.

Ahora al cabo de los años regresar no estará el pescador que me cosió el pie. En la cofradía de pescadores.

Cuantas veces me he acordado de aquellas manos, curtidas, mientras le veía coger la botella de aguardiente para que no se infectara el pie, pensaba, joder este tío tiene las manos de madera.

Tal cual lo recuerdo…

Una estupidez de chaval me llevo con el pie sangrando a un edificio de pescadores donde ni botiquín había.

Por su reacción no era la primera vez que el hombre curtido se había visto en situaciones similares

Bueno con un estúpido chaval que probando su valentía se tiro desde el malecón rajándose el pie desde los dedos hasta el tobillo no creo que tuviera muchos.

Pero el caso es, que ni se preocupo ni se asusto al ver tanta sangre.

El tema es, que con el aguardiente, limpio, con destreza y una aguja cosió en un abrir y cerrar de ojos la herida.

No hablare del rato que pase yo, porque mi fama sufriría.

Me dio un medio capón y me dijo, a ver si aprendes a respetar el mar.

Y tenía razón no se puede uno tirar cuando la ola va de retirada.

Dias después me quitaron los puntos dados por el marinero y hoy no queda rastro de cicatriz alguna.

Mientras escribo estas líneas sé que cuando regrese allí, iré al punto del delito y mirare y hasta podría pensar.

¿Ahora pasaría igual?

Mi naturaleza es así… muchos piensan que compito, pero si lo hago, solo lo hago conmigo.

Ehhh vale lobo hablabas del viaje… para y retoma el tema.

En busca de eso voy... fotos y antiguos lugares antaño visitados por mí.

Espero poder mostrar alguna que merezca la pena, llevo un montón de tiempo diciendo tengo que fotografiar, y eso solo se queda en intención.

Sera un viaje limitado por el tiempo y no recorreré muchos sitios que me gustaría reencontrar, si se que la música y el asiento vacío de mi derecha ira vacio.

Pero el lobo no debe parar, tiene la historia que le acompaña y no es poco bagaje.

El futuro esta, existe, y solo es cuestión de esperar a que llegue.

Quizás, quien sabe si  puedo robar una imagen, de un pescador afanado con sus redes y sea una buena foto en memoria de aquel de las manos de madera.