Los últimos meses son complicados.
Llevo debiendo demasiadas horas al sueño.
Anoche, como anfitriona y compañera la luna, camine sin rumbo fijo, si alguien me preguntara donde estuve (probablemente habrá quien lo haga) no podría contestar, recuerdo haberme acercado a la Laguna, esta vez sin la compañía de la Loba, pero poco mas.
Eso si regrese con el tiempo justo de darme una ducha fría, tomarme un café para venir directamente al trabajo.
Una noche más sin cerrar los ojos.
A veces tengo la sensación casi física, de que mi cerebro se va convirtiendo en agua sin poder evitarlo.
No haré chiste fácil al respecto, alguno se les ocurrirá a los lectores seguro.
Es la política del suma y sigue. hay que tomar decisiones y meterse de lleno.
Ayer, vi. la posible cueva nueva, me gusto, tiene lo que yo deseaba, es lo suficientemente grande, como para albergar un lobo y su sueños.
Un cambio caro, comprar una cueva, no es como antaño, una pelea con la manada del valle, y a ocupar el espacio correspondiente.
Ahora aparte de la cueva, hay que pagar impuestos y escrituras y mil cosas mas que cuando echas cuenta has aumentado en más del 25% el valor de la caverna.
Y joder me sale el colmillo, después de haber conseguido no tener una sola deuda… El círculo me lleva al principio de nuevo.
¿pero es eso lo que me preocupa y no me deja dormir?
No, es tan solo un pretexto, para no reconocer cual es la preocupación que se adueña días y días de tu cabeza.
Ayer fue complicándose, poco a poco, pero de forma constante.
Y termino peor.
Si hay algo que nunca soporté, es la impotencia de no poder hacer nada.
Tener que ser el protagonista silencioso de las cosas que me importan y deseo.
Ceder a otros decisiones y elecciones, pero tengo que hacerlo
Por mas que nadie entienda eso, si no soy fiel a eso
¿Qué me queda?
Mis decisiones están, son y se conocen, pero nada puede ser obligado a mi lado.
¿Porque mi vida se reduce a la lucha interna, de lo que quiero y lo que tengo que hacer?
¿No es un error permanecer inmóvil permitiendo que las circunstancias se conviertan en cadenas y mordazas?
No, los otros deben elegir y ser responsables también de sus vidas.
Lo que soy se ve, y se me podrá llenar de adjetivos, de hecho conozco a alguna persona, que lo ha convertido en su deporte favorito.
Pero sin libertad no existe seguridad…
A eso se reduce todo.
No es una frase lapidaria, no lo es.
Reto a los lectores a desarrollarla…
Quien me conoce hace tiempo, sabe que he ido pagando hipotecas, por ese concepto.
Elegir… es poder cometer errores, claro que si.
Pero cuando se nos ofrece ante nosotros esa posibilidad es porque quizás lo que tenemos no nos vale.
No es lo que queremos.
Y dando un paso mas…
El conceder libertad a todos no deja de ser una elección
Y esa es la mía.
1 comentario:
No hay atadaura mayor que la de nuestros afectos.
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