De regreso….

Después de un viaje hasta la Estación digno de Indiana Jones.

Sorteando, Taxis y autobuses como si dragones y leones fueran.

Sin Arca perdida, y el látigo en la maleta.

Por fin sentado en  mi asiento...

Esos que van con mesitas en medio  viendo la cara del vecino de enfrente, espero que por lo menos no sea de piernas largas o el viaje será, largo e incomodo.

Aunque pensándolo bien. peor seria el enano/a impaciente de “papa quiero”

Ahora que no han llegado  aún la mayoría de pasajeros es el mejor momento para hacer recuento de fotos y momentos de estos días.

No es noticia, regreso con el precinto intacto, a veces pienso que mas que un precinto es una Lapa que llevo pegada pertinazmente.

El sino del Lobo y la Sombra casto pero no puro, porque de pensamiento soy de lo mas promiscuo (San Google?)

Pero la imaginación no produce intercambio de fluidos y sudores por la espalda, con lo que me gusta a mi sudar XD.

Habrá lectores mal pensados que no me crean, ya cuento con ello, pero …

Lo que es, es y no otra cosa.

Respire el Mar ese que necesito tanto ,  camine y pasee por esas calles llenas de historias, a veces nada gloriosas pero historias al fin y al cabo.

No se porque nos empeñamos que la historia, esta llena de héroes y princesas en actos heroicos.

Abro paréntesis, mis compañeros de viajes son usuarias de la crisis de camisetas,

Producto nacional, eso sí de despeña perros para abajo.

Durante cinco minutos voy a ponerme hacer lo que mejor se me da… observar.

(jejejeje cada día asumo mas que de ellas es el mundo)

(Bendita Crisis)

Cierro paréntesis,  que el viejo lobo no esta para jovencitas de viaje de fin de semana..

¿por dónde iba?

Cuando hay camisetas de por medio, tengo comprobado que mi memoria flaquea.

Y sobre todo si se mueven de un sitio para otro.

Vamos lobo seamos serios, que el precinto lo tienes tan pegado, que  ni con acido lo  separas.

Céntrate en el Macbook mira las teclas, he dicho las teclas…

Joder que verano nos espera  a los observadores neutrales, sin poder concentrarnos en nuestros quehaceres habituales.

¿Y lo que incomoda el peso del precinto, en estos casos, que?

Menos mal que uno ya es mayor para estas cosas,  crisis, de tanto relieve y calado

Y eso que cuando empecé a escribir estas líneas mi intención era pues relatar de forma corta mi estancia en Barcelona.

Me quede mirando la camiseta blanca que apenas tiene tela por los laterales, sufriendo un pequeño despiste comprensible por otro lado.

Continuare cuando llegue a la cueva… Así no hay quien mire teclas por muy blancas que estas sean