Cada flecha es distinta por si
misma.
Es algo que estoy aprendiendo en
mi nueva afición.
Si, ahora el arco es una herramienta
para mi relajación y mi concentración.
Y mira tu por donde... con la cámara
es igual.
No hay foto igual, a la anterior,
quizás a los ojos de quien las ve no note la diferencia, pero a la hora de
apretar el disparador.
Cada foto es distinta en el
tiempo y sobre todo en las sensaciones.
Este puente me ha servido para
volver a cargar con las cámaras al hombro y esos viajes que para algunos hace
tiempo me hicieron famoso.
Retomando aficiones que diría el
otro.
Frió y mejor compañía.
Cosa a tener en cuenta en los últimos
tiempos.
Aunque las muestras demuestren
soledad, no es así como me sentía mientras las hacia.
El gran problema siempre fue...
saber lo que uno ha querido y no poder llevarlo a cabo.
Pero eso ya es harina del otro
costal y no era mi intención hablar de ello, cuando he empezado a escribir.
(Para quien tenga curiosidad las fotos están hechas en Cuenca en el paseo que hay alrededor del río Júcar)
Para que se vea que el lobo no miente... dejo constancia de que cada flecha es distinta. y sobre mi nueva afición.
(Por cierto la fotógrafa es... Quimera, al Cesar lo que es del Cesar)