Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi perro.
Esta frase que yo oía de pequeño a mi padre la dijo un tal Diógenes de Sínope, también llamado Diógenes el Cínico y la dijo sobre el 412 AC.
Y uno piensa que han pasado siglos enteros, para que las cosas hayan cambiado poco o nada.
La prepotencia del ser humano y la cobardia van supongo, en nuestros genes.
Acabamos con otras especies, cuando no nos matamos entre nosotros.
Nos llamamos civilizados y comemos viendo los cadáveres de niños en las playas de cualquier país, cuando no a la puerta de nuestra propia casa.
Somos incapaces de tender una mano al que la necesita.
Tenemos la tecnología a nuestra disposición y la usamos mal en la mayoría de las ocasiones.
Somos en masa, carne de cañón, para que unos pocos nos manipulen.
Preferimos que nos cuenten a saber por nosotros mismos.
Creamos idolos de barro a quien seguir, porque nuestra vida es pobre y poco emocionante.
Dejamos en manos de otros la responsabilidad de nuestras vidas y la de los nuestros, supongo que por miedo y por comodidad.
Podría estar horas y horas relatando y enumerando porque quiero mas a mi perro que a la gente cuando la conozco.
Pero ya lo dijo Diógenes el Cínico "Gente mucha, personas pocas."